Libros de mil páginas, películas eternas y microseries adictivas: la cultura se mide por horas
Cada concierto de Bruce Springsteen es único. El Boss y su E Street Band siempre cambian la lista de temas, tocan alguna perla olvidada o juegan de forma distinta con el público. Pero los asistentes a la actuación del 7 de junio de 2012 en Milán se sintieron un poco más especiales: al final, el reloj marcaba tres horas y 40 de música, el segundo show más largo de su carrera, tras el de la Nochevieja de 1980. Hubo artículos, comentarios en redes sociales, cierto orgullo entre los asistentes. Sin embargo, el récord apenas duró: en Madrid, 10 días después,…