Elvis Presley, el cantante más popular de América, fue llamado a filas en 1958. Eran los años álgidos de la Guerra Fría y Estados Unidos mantenía el servicio militar obligatorio que había implantado en la Guerra Mundial, así que a Elvis no le quedó más remedio que acudir a la llamada del Tío Sam, que lo destino a un batallón de tanques en Alemania. Aquello era la primera línea de fuego en caso de guerra con la Unión Soviética, y las madres americanas sufrían tanto cuando enviaban a sus hijos a Alemania como las españolas cuando mandaban a los suyos a África.
La reacción de los fans de Elvis fue indignada, los jóvenes llamaban a las emisoras de radio, que en aquel tiempo era todavía el gran medio de comunicación de masas, y protestaban diciendo cosas como: «No se atreverían a llamar a filas a Beethoven, ¿por qué llaman a Elvis?» Muchos seguidores de la nueva música que habían oído a Chuck Berry cantar Roll over Beethoven (El rock and roll vale más que Beethoven) pensaban que el músico alemán era un contemporáneo.
Había, sin embargo, otros personajes de aquella nueva cultura que no se rasgaban las vestiduras, sino que buscaban la forma de sacar algún beneficio, eran los promotores. Algunos de ellos vieron la posibilidad de celebrar lo que habría sido el concierto del siglo, aprovechando que estaba de gira por Alemania Bill Haley. Porque si Elvis era «el Rey del rock and roll», Bill Haley era «el Padre», el inventor del rock and roll.
La perspectiva de ese evento, juntando a dos monstruos que provocaban una auténtica histeria entre sus seguidores, asustó a las autoridades, que prohibieron su celebración por ser una amenaza para el orden público. Así se perdió la ocasión de confrontar a dos de los mayores genios musicales del siglo XX, dos figuras seminales, paralelas y a la vez absolutamente opuestas. Quizá habría servido para poner en su sitio a Bill Haley, hoy día olvidado, mientras que Elvis se ha convertido en un clásico y ha dado lugar a todo un culto casi religioso.
Pero tengan en cuenta esto: no habría un Elvis Presley si no hubiera existido antes un Bill Haley.
Haley nació el 6 de julio de 1925 en Highland Park, una pequeña población del estado de Michigan que es una especie de paradigma de Estados Unidos. Está situada a solo 10 kilómetros de Detroit, la capital de la industria automovilística en el siglo XX, y siguió la suerte de la gran metrópoli fabril, rápida subida, apogeo y derrumbe. A principios del siglo XX, Highland Park tenía 400 habitantes, pero en 1925, el año que nació Bill Haley, tenía 50.000 y se había convertido en sede del cuartel general de Chrysler, una de las grandes marcas de coches americanos.
En los años de la Gran Depresión que vino tras el crack de la Bolsa de Nueva York de 1929, Highland Park estuvo dominada por la Black Legion (Legión Negra), una organización desgajada del Ku-klux-klan que perseguía a los negros y a los inmigrantes. Tanto el alcalde como el jefe de policía de Highland Park estaban afiliados a este grupo supremacista, aunque no llegaron a tener ninguna influencia en la vida de Bill Haley porque por esas fechas, presionados por la crisis económica, su familia se mudó a Pensilvania.
Su padre procedía de Kentucky, un estado del «Sur Interior» cuyos habitantes tienen fama de paletos, y tocaba el banjo. Su madre, en cambio, era inglesa y, más refinada, era pianista clásica, ayudando a la economía familiar dando clases de piano. Bill creció, por tanto, en un ambiente musical y desde muy pequeño pretendía tocar con una guitarra recortada en cartulina. Pero enseguida tuvo una de verdad, y a los 13 años dio su primer concierto público.
A los 15 años cogió su guitarra y se fue de casa, a buscarse la vida como músico de western, es decir, música tradicional americana blanca. Fueron años de formación duros en los que aprendió a sobrevivir con una sola comida al día, trabajando en ferias, incluso con un vendedor ambulante de medicinas prodigiosas, un farsante de esos que se ven en las películas del Oeste. Fue absorbiendo todas las músicas populares de Estados Unidos, incluidas las músicas negras, y logró abrirse camino como cantante de western, con el estrambótico nombre artístico de «Silver Yodeling Bill Haley». Formó su propio grupo, llamado los Saddlemen, literalmente «hombres de silla de montar», en otra referencia al género western, y consiguió que una emisora de radio de Pensilvania, la WPWA, le diese un programa, a través del cual podía difundir su música.
Fue precisamente el director de esa emisora quien en 1952 rebautizó a su grupo, llamándole «Bill Haley and his Comets», en alusión al cometa Halley, el más famoso de estos cuerpos celestes. Y como si recibiera una fuerza astral favorable, a partir de ese momento despegó la nueva carrera de Bill Haley, Padre del rock and roll. Al año siguiente compuso y grabó Crazy man, crazy (Hombre loco, loco), que los expertos consideran el primer disco de rock and roll de la Historia. Y en 1954 grabó Shake, Rattle And Roll (Agitar, traquetear y rodar) y Rock around the clock (Rock durante las 24 horas).
Estas dos canciones de Bill Haley tuvieron un impacto especial, no solo por el éxito que alcanzarían, sino porque sus títulos incluían las palabras «Rock» y «Roll», que Alan Freed, un legendario DJ y comentarista de radio de la época, juntaría para darle nombre a la nueva música: Rock and Roll. En realidad su significado semántico es muy parecido, son términos del slang o jerga de los músicos negros de principios del siglo XX. «Rock» describe un movimiento hacia adelante y hacia atrás, como el de una mecedora, y «Roll» es un balanceo lateral. Era una forma de describir la nueva y alocada forma de bailar que acompañaba a aquella música.
Semilla de maldad
El gran éxito y la popularidad le llegarían a Haley de la mano del cine, el más genuino arte del siglo XX. Richard Brooks, uno de los grandes directores clásicos del cine americano, dirigió Semilla de maldad, una película de 1955 en que por primera vez se mostraba el problema de los adolescentes descarriados, e incluyó como tema musical el Rock around the clock de Bill Haley. La plataforma cinematográfica llevaría a esa canción al número uno de las listas de éxitos musicales y lo consagraría como un best-seller que cuando murió Haley había vendido ya 25 millones de discos.
Los éxitos musicales no le sirvieron a Bill Haley para ocupar un lugar en el Olimpo de la música, como sí supo hacerlo Elvis. Frente al atractivo y la agresividad sexual de este, apodado Elvis Pelvis por sus movimientos orgásmicos en el escenario, Bill Haley era un tímido muy celoso de su intimidad. Quizá todo le venía de una minusvalía: cuando era pequeño, una operación fallida le afectó el nervio óptico y perdió la visión del ojo izquierdo. Bill Haley siempre estuvo obsesionado por disimular esa lacra, y por eso se dejó siempre un rizo sobre el ojo derecho, para atraer la atención hacia este lado de la cara. El rizo era un tanto grotesco, pero en conjunto Bill Haley no era físicamente atractivo, mientras que Elvis era hermoso como una pantera sobre el escenario. Eso pesó mucho en la fama de uno y otro.
Su vida privada fue tempestuosa, era alcohólico, se casó tres veces y tuvo diez hijos. Su segunda mujer lo echó de Melody Manor la mansión que se había construido cerca de Filadelfia, y se encontró sin casa y arruinado, rodando por moteles baratos, hasta que tampoco pudo afrontar esos gastos. Entonces se refugió en Méjico, buscando un país muy barato para sobrevivir. Inesperadamente, tuvo un gran éxito entre los mejicanos, pero eso en Estados Unidos no cuenta. Cuando tenía 55 años, un amigo lo encontró muerto en su cama, en un pueblo de Tejas. «Probablemente por un ataque al corazón», diría el informe del forense.
Actualmente, la izquierda woke acusa a Bill Haley de «apropiación», pretende que el rock and roll lo crearon cantantes negros que han sido silenciados. La influencia de la rica música negra, sea el blues, rhythm and blues o soul, es innegable, de Elvis se decía que era «un blanco que cantaba como un negro», lo que para unos era un elogio y para otros un insulto. Además, en el grupo de cabeza de cantantes geniales que lanzaron rock and roll, junto a Elvis Presley o Jerry Lee Lewis, que eran blancos, estaban Chuck Berry o Little Richard, que eran negros. Pero todos ellos llegaron después que Bill Haley, que fue quien grabó el primer disco, quien puso por primera vez un rock and roll en el número uno de éxitos o quien dio origen al nombre. Fue el auténtico Padre del rock and roll.
Elvis Presley, el cantante más popular de América, fue llamado a filas en 1958. Eran los años álgidos de la Guerra Fría y Estados Unidos mantenía
Elvis Presley, el cantante más popular de América, fue llamado a filas en 1958. Eran los años álgidos de la Guerra Fría y Estados Unidos mantenía el servicio militar obligatorio que había implantado en la Guerra Mundial, así que a Elvis no le quedó más remedio que acudir a la llamada del Tío Sam, que lo destino a un batallón de tanques en Alemania. Aquello era la primera línea de fuego en caso de guerra con la Unión Soviética, y las madres americanas sufrían tanto cuando enviaban a sus hijos a Alemania como las españolas cuando mandaban a los suyos a África.
La reacción de los fans de Elvis fue indignada, los jóvenes llamaban a las emisoras de radio, que en aquel tiempo era todavía el gran medio de comunicación de masas, y protestaban diciendo cosas como: «No se atreverían a llamar a filas a Beethoven, ¿por qué llaman a Elvis?» Muchos seguidores de la nueva música que habían oído a Chuck Berry cantar Roll over Beethoven (El rock and roll vale más que Beethoven) pensaban que el músico alemán era un contemporáneo.
Había, sin embargo, otros personajes de aquella nueva cultura que no se rasgaban las vestiduras, sino que buscaban la forma de sacar algún beneficio, eran los promotores. Algunos de ellos vieron la posibilidad de celebrar lo que habría sido el concierto del siglo, aprovechando que estaba de gira por Alemania Bill Haley. Porque si Elvis era «el Rey del rock and roll», Bill Haley era «el Padre», el inventor del rock and roll.
La perspectiva de ese evento, juntando a dos monstruos que provocaban una auténtica histeria entre sus seguidores, asustó a las autoridades, que prohibieron su celebración por ser una amenaza para el orden público. Así se perdió la ocasión de confrontar a dos de los mayores genios musicales del siglo XX, dos figuras seminales, paralelas y a la vez absolutamente opuestas. Quizá habría servido para poner en su sitio a Bill Haley, hoy día olvidado, mientras que Elvis se ha convertido en un clásico y ha dado lugar a todo un culto casi religioso.
Pero tengan en cuenta esto: no habría un Elvis Presley si no hubiera existido antes un Bill Haley.
Haley nació el 6 de julio de 1925 en Highland Park, una pequeña población del estado de Michigan que es una especie de paradigma de Estados Unidos. Está situada a solo 10 kilómetros de Detroit, la capital de la industria automovilística en el siglo XX, y siguió la suerte de la gran metrópoli fabril, rápida subida, apogeo y derrumbe. A principios del siglo XX, Highland Park tenía 400 habitantes, pero en 1925, el año que nació Bill Haley, tenía 50.000 y se había convertido en sede del cuartel general de Chrysler, una de las grandes marcas de coches americanos.
En los años de la Gran Depresión que vino tras el crack de la Bolsa de Nueva York de 1929, Highland Park estuvo dominada por la Black Legion (Legión Negra), una organización desgajada del Ku-klux-klan que perseguía a los negros y a los inmigrantes. Tanto el alcalde como el jefe de policía de Highland Park estaban afiliados a este grupo supremacista, aunque no llegaron a tener ninguna influencia en la vida de Bill Haley porque por esas fechas, presionados por la crisis económica, su familia se mudó a Pensilvania.
Su padre procedía de Kentucky, un estado del «Sur Interior» cuyos habitantes tienen fama de paletos, y tocaba el banjo. Su madre, en cambio, era inglesa y, más refinada, era pianista clásica, ayudando a la economía familiar dando clases de piano. Bill creció, por tanto, en un ambiente musical y desde muy pequeño pretendía tocar con una guitarra recortada en cartulina. Pero enseguida tuvo una de verdad, y a los 13 años dio su primer concierto público.
A los 15 años cogió su guitarra y se fue de casa, a buscarse la vida como músico de western, es decir, música tradicional americana blanca. Fueron años de formación duros en los que aprendió a sobrevivir con una sola comida al día, trabajando en ferias, incluso con un vendedor ambulante de medicinas prodigiosas, un farsante de esos que se ven en las películas del Oeste. Fue absorbiendo todas las músicas populares de Estados Unidos, incluidas las músicas negras, y logró abrirse camino como cantante de western, con el estrambótico nombre artístico de «Silver Yodeling Bill Haley». Formó su propio grupo, llamado los Saddlemen, literalmente «hombres de silla de montar», en otra referencia al género western, y consiguió que una emisora de radio de Pensilvania, la WPWA, le diese un programa, a través del cual podía difundir su música.
Fue precisamente el director de esa emisora quien en 1952 rebautizó a su grupo, llamándole «Bill Haley and his Comets», en alusión al cometa Halley, el más famoso de estos cuerpos celestes. Y como si recibiera una fuerza astral favorable, a partir de ese momento despegó la nueva carrera de Bill Haley, Padre del rock and roll. Al año siguiente compuso y grabó Crazy man, crazy (Hombre loco, loco), que los expertos consideran el primer disco de rock and roll de la Historia. Y en 1954 grabó Shake, Rattle And Roll (Agitar, traquetear y rodar) y Rock around the clock (Rock durante las 24 horas).
Estas dos canciones de Bill Haley tuvieron un impacto especial, no solo por el éxito que alcanzarían, sino porque sus títulos incluían las palabras «Rock» y «Roll», que Alan Freed, un legendario DJ y comentarista de radio de la época, juntaría para darle nombre a la nueva música: Rock and Roll. En realidad su significado semántico es muy parecido, son términos del slang o jerga de los músicos negros de principios del siglo XX. «Rock» describe un movimiento hacia adelante y hacia atrás, como el de una mecedora, y «Roll» es un balanceo lateral. Era una forma de describir la nueva y alocada forma de bailar que acompañaba a aquella música.
El gran éxito y la popularidad le llegarían a Haley de la mano del cine, el más genuino arte del siglo XX. Richard Brooks, uno de los grandes directores clásicos del cine americano, dirigió Semilla de maldad, una película de 1955 en que por primera vez se mostraba el problema de los adolescentes descarriados, e incluyó como tema musical el Rock around the clock de Bill Haley. La plataforma cinematográfica llevaría a esa canción al número uno de las listas de éxitos musicales y lo consagraría como un best-seller que cuando murió Haley había vendido ya 25 millones de discos.
Los éxitos musicales no le sirvieron a Bill Haley para ocupar un lugar en el Olimpo de la música, como sí supo hacerlo Elvis. Frente al atractivo y la agresividad sexual de este, apodado Elvis Pelvis por sus movimientos orgásmicos en el escenario, Bill Haley era un tímido muy celoso de su intimidad. Quizá todo le venía de una minusvalía: cuando era pequeño, una operación fallida le afectó el nervio óptico y perdió la visión del ojo izquierdo. Bill Haley siempre estuvo obsesionado por disimular esa lacra, y por eso se dejó siempre un rizo sobre el ojo derecho, para atraer la atención hacia este lado de la cara. El rizo era un tanto grotesco, pero en conjunto Bill Haley no era físicamente atractivo, mientras que Elvis era hermoso como una pantera sobre el escenario. Eso pesó mucho en la fama de uno y otro.
Su vida privada fue tempestuosa, era alcohólico, se casó tres veces y tuvo diez hijos. Su segunda mujer lo echó de Melody Manor la mansión que se había construido cerca de Filadelfia, y se encontró sin casa y arruinado, rodando por moteles baratos, hasta que tampoco pudo afrontar esos gastos. Entonces se refugió en Méjico, buscando un país muy barato para sobrevivir. Inesperadamente, tuvo un gran éxito entre los mejicanos, pero eso en Estados Unidos no cuenta. Cuando tenía 55 años, un amigo lo encontró muerto en su cama, en un pueblo de Tejas. «Probablemente por un ataque al corazón», diría el informe del forense.
Actualmente, la izquierda woke acusa a Bill Haley de «apropiación», pretende que el rock and roll lo crearon cantantes negros que han sido silenciados. La influencia de la rica música negra, sea el blues, rhythm and blues o soul, es innegable, de Elvis se decía que era «un blanco que cantaba como un negro», lo que para unos era un elogio y para otros un insulto. Además, en el grupo de cabeza de cantantes geniales que lanzaron rock and roll, junto a Elvis Presley o Jerry Lee Lewis, que eran blancos, estaban Chuck Berry o Little Richard, que eran negros. Pero todos ellos llegaron después que Bill Haley, que fue quien grabó el primer disco, quien puso por primera vez un rock and roll en el número uno de éxitos o quien dio origen al nombre. Fue el auténtico Padre del rock and roll.
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