La Feria del Libro de Madrid homenajea a Mario Vargas Llosa: “Es ya un clásico que seguirá iluminando el mundo”

“Aprendí a leer a los cinco años y es la cosa más importante que me ha pasado en la vida”, decía una cita en la pantalla, al lado de la efigie de Mario Vargas Llosa. Ha sido la presencia que ha presidido el homenaje de la Feria del Libro de Madrid, este sábado, al premio Nobel hispanoperuano, fallecido el 13 de abril a los 89 años. Fuera del Pabellón Iberoamericano las masas lectoras discurrían ante las casetas bajo un intenso calor y hacían cola para conseguir una botella de agua.

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 Escritores y lectores celebran una sesión de lectura para honrar la memoria del Premio Nobel hispanoperuano, fallecido el 13 de abril  

“Aprendí a leer a los cinco años y es la cosa más importante que me ha pasado en la vida”, decía una cita en la pantalla, al lado de la efigie de Mario Vargas Llosa. Ha sido la presencia que ha presidido el homenaje de la Feria del Libro de Madrid, este sábado, al premio Nobel hispanoperuano, fallecido el 13 de abril a los 89 años. Fuera del Pabellón Iberoamericano las masas lectoras discurrían ante las casetas bajo un intenso calor y hacían cola para conseguir una botella de agua.

Comenzó Pilar Reyes, directora editorial de la División Literaria de Penguin Random House (donde se encuadra la editorial Alfaguara, que publica las obras de autor), quien hizo hincapié en la relación del escritor con Madrid. “En esta ciudad fue su primera experiencia europea, y es la ciudad en la que acabaría viviendo. Fue protagonista de su proceso de escritura, así que hoy celebramos también la relación de Mario con Madrid”.

El crítico Jordi Gracia, adjunto a la dirección de EL PAÍS, participa en el homenaje a Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro de Madrid, el 31 de mayo de 2025.

A continuación, varios escritores leyeron fragmentos de su obra. Comenzó la directora de la Feria, Eva Orúe, aunque con un asunto extraliterario: “Quiero pedir disculpas por lo que pasó ayer [en referencia al cierre de la Feria por la tarde por las condiciones meteorológicas], una Feria que se inicia cerrando sus puertas es una Feria extraña. El mundo se nos vino abajo. Confío en que todo suceda a partir de ahora como tiene que suceder”. Poco después se conocía que se tenía que abrir por la tarde con una hora de retraso, a las 18.00, por el calor extremo. El tiempo, ya sea por el calor, el viento o la lluvia, suele ser la noticia que cada año vertebra este evento libresco: se habla tanto del tiempo como de los libros, y los cierres generan polémica y conflicto.

Volvamos con Vargas. Participó el periodista Juan Cruz, quien fue su editor y le entrevistó en infinidad de ocasiones. “Hace años acompañé a Vargas Llosa la primera vez que se decidió a venir a la Feria, tras muchas indecisiones”, recordó. “Una amiga me ha pedido que lea una cosa, otra amiga otra, y yo voy a leer otra”, bromeó antes de recitar un fragmento del volumen de memorias El pez en el agua.

El periodista Juan Cruz participa en el homenaje al Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro de Madrid, el 31 de mayo de 2025.

El escritor y académico de la RAE Javier Cercas recordó el “shock” que le produjo la lectura, con solo 17 años, de La ciudad y los perros. “He leído todo lo que escribió Vargas Llosa. Esta novela, en 1979, tengo el libro marcado con la fecha. Es una obra maestra, una de las mejores novelas de nuestra lengua. Trata sobre unos adolescentes en un colegio militar, como al que Vargas Llosa fue enviado por su padre, con el que siempre se llevó muy mal, para que se hiciese un hombre, para enderezarlo, porque era un niño de su mamá. Este libro fue un shock para mí, y supongo que lo será para cada persona que lo lea”.

El crítico Jordi Gracia (adjunto a la dirección de EL PAÍS) se fijó en la faceta ensayística de Vargas Llosa, a través de La orgía perpetua: “Un apasionado ensayo sobre Madame Bovary y Gustave Flaubert, que a Vargas le arrebató de forma compulsiva y que le hizo sumergirse en la vida privada tanto de Flaubert como de Bovary, como también en su propia vida”. El escritor Manuel Rivas hizo referencia a la “mirada fértil y la mano sincera”, como se decía de los pintores de la escuela flamenca, para describir al Nobel y su forma de leer a sus contemporáneos. Y recordó una cita de Curzio Malaparte: “Los autores contemporáneos no se leen entre sí, se vigilan”. Según Rivas, no esa era la forma de leer del peruano.

Leyeron también Rosa Montero, Santiago Roncagliolo, Carlos Granés (que despertó la hilaridad con un fragmento donde Vargas Llosa habla de la relación de un rastafari con la marihuana), entre otros escritores, y algunas personas del público. O el actor Pedro Casablanc, que participó en Los cuentos de la peste, la obra teatral en la que el propio escritor actuaba, una recreación de los cuentos del Decamerón de Bocaccio. Una “incursión corsaria” en el mundo de la interpretación, en palabras de Pilar Reyes.

La editora Pilar Reyes, en el homenaje a Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro de Madrid, este sábado, 31 de mayo.

Claudia Piñeiro recordó una anécdota de cuando participó en el jurado del Premio Alfaguara que presidía Vargas Llosa y le llevó un ejemplar de bolsillo de Pantaleón y las visitadoras. El Nobel se sorprendió: era una edición rarísima que se había tenido que retirar de las librerías. La foto de la portada, donde salían unas mujeres, había sido comprada en un banco de imágenes. Pero había sido tomada sin permiso por el fotógrafo, lo que causó el estupor de las comparecientes cuando vieron su imagen, por lo que pidieron su retirada. “Ahora guardo el ejemplar con mucho cariño: primero, porque tiene una portada prohibida; segundo, porque está firmado por Mario Vargas Llosa”.

“Las novelas de Mario Vargas Llosa son monumentos del género, y su pensamiento está totalmente vivo”, concluyó Pilar Reyes, “es ya un clásico que podremos seguir visitando y seguirá iluminando el mundo”.

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