La nueva película de Wallace y Gromit, los emperadores de la animación en plastilina

En 1972, dos chavales de Bristol, Peter Lord y David Sproxton, decidieron que para cumplir su sueño de hacer filmes de animación lo mejor era montar su propia compañía productora. Así nació el estudio Aardman, que si bien fue concebido para películas de bajo presupuesto ha acabado convertido en la referencia del cine de stop-motion, en el que cada elemento es manipulado por los animadores, fotografiado y vuelto a cambiar, hasta que al unirse la colección de fotografías se obtiene la sensación de movimiento. En Aardman apostaron por la plastilina como el material para fabricar sus sueños, y a pesar de que su existencia ha sido como un viaje en montaña rusa, el último de sus estrenos, Wallace y Gromit: la venganza se sirve con plumas, este viernes 3 de enero en Netflix confirma, otra vez más, que en la plastilina son los emperadores de la animación.

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 Netflix estrena el último, y excepcional, filme del estudio inglés Aardman, ‘Wallace y Gromit: la venganza se sirve con plumas’, protagonizado por sus personajes fetiche, grandes referentes del cine ‘stop-motion’  

Animación

Netflix estrena el último filme del estudio inglés Aardman, ‘Wallace y Gromit: la venganza se sirve con plumas’, protagonizado por sus personajes fetiche, grandes referentes del cine ‘stop motion’

Tráiler de ‘Wallace y Gromit: la venganza se sirve con plumas’

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Wallace (izquierda) y Gromit, con uno de los gnomos robot en ‘Wallace y Gromit: la venganza se sirve con plumas’
Gregorio Belinchón

En 1972, dos chavales de Bristol, Peter Lord y David Sproxton, decidieron que para cumplir su sueño de hacer filmes de animación lo mejor era montar su propia compañía productora. Así nació el estudio Aardman, que si bien fue concebido para películas de bajo presupuesto ha acabado convertido en la referencia del cine de stop motion, en el que cada elemento es manipulado por los animadores, fotografiado y vuelto a cambiar, hasta que al unirse la colección de fotografías se obtiene la sensación de movimiento. En Aardman apostaron por la plastilina como el material para fabricar sus sueños, y a pesar de que su existencia ha sido como un viaje en montaña rusa, el último de sus estrenos, Wallace y Gromit: la venganza se sirve con plumas, este viernes 3 de enero en Netflix confirma, otra vez más, que en la plastilina son los emperadores de la animación.

Con todo, ese viaje no ha sido fácil. Porque cada producción necesita, como poco, cinco años de trabajo, sin capacidad para rectificar errores. Porque en Aardman han batallado por la independencia creativa, y muchas veces perdido, contra los estudios de Hollywood (DreamWorks y Sony Animation) que han cofinanciado sus filmes: esas presiones derivaron en algunos filmes de poca calidad en el guion. Porque en 2005 un incendio arrasó uno de los almacenes donde guardaban materiales de producciones precedentes para su uso en el futuro. Porque en noviembre de 2023 la fábrica Newclay Products, que proveía de plastilina a Aardman, anunció su cierre (por suerte, el estudio ya había adquirido suficiente para salvaguardar sus próximos proyectos). Porque su solvencia económica ha estado en peligro en diversas ocasiones… Centenares de episodios de televisión, anuncios y vídeos musicales más tarde, con estas nuevas aventuras de su icónica pareja, Wallace y Gromit, Aardman estrena su décimo largometraje, otra maravilla que entra en el listado de las 10 mejores producciones del estudio inglés.

10) ¡Piratas! (2012). Fue una apuesta arriesgada que salió bien. Una amalgama de piratas, Charles Darwin y la teoría de la evolución con un dodo de por medio, Robert Louis Stevenson, una mezcolanza de divertidos anacronismos históricos —se desarrolla en 1837— y la habitual locura de Aardman. Los fondos de la película, es decir, el cielo y el mar, fueron creados digitalmente. Es una de las producciones del acuerdo entre Aardman y Sony Animation, y por eso es la primera película animada de Sony con coprotagonista femenina, CutLass Liz, a la que puso voz Salma Hayek.

9) Sledgehammer (1986). En estudios Aardman han realizado desde su creación numerosas series y anuncios. Y durante un tiempo, también vídeos musicales. En 1986, Peter Gabriel se puso en sus manos, y arrasó: el cóctel entre lo pegadizo de la canción y el vídeo le convirtió en un cantante popular (hasta entonces era considerado de culto, para minorías) y en los premios MTV Video Music Sledgehammer ganó en nueve categorías. Se hizo en tan solo una semana, y supuso la popularidad en EE UU del estilo Aardman.

8) Wallace y Gromit: la gran excursión (1989). Wallace y Gromit, creaciones de Nick Park, el animador que revitalizó el estudio Aardman tras su contratación en 1985, aparecieron por primera vez en pantalla en esta película. Wallace es un inventor sin límite, a la vez que hombre de férreas costumbres. Su perro Gromit es un animal cabal e inteligente, que acaba salvando con éxito a su dueño de innumerables entuertos. En este caso, Wallace se ha quedado sin queso para sus galletas, y la pareja viajará a la Luna porque está hecha de queso. Park encaró en solitario la realización del filme, porque arrancó como su proyecto de graduación. Seis años más tarde y 23 minutos de filme como resultado, acabó siendo candidato al Oscar al mejor corto de animación, aunque no lo ganó ese año.

7) My Baby Just Cares For Me (1987). Otro vídeo musical excepcional. Se realizó para un relanzamiento de My Baby Just Care For Me, la canción de Nina Simone: así se celebraba el 30ª aniversario de la grabación de la cantante (el tema se compuso en 1930). Bajo una pátina de sencillez (una gata álter ego de Simone canta con una banda), Peter Lord esconde un desarrollo imaginativo en lo emocional y complicadísimo en lo técnico. Una joya.

6) La oveja Shaun: la película (2015). Las aventuras de la oveja Shaun nacieron en 2007 como una serie de televisión spin-off de Un afeitado apurado, de Wallace & Gromit (de nuevo, la larga sombra creativa de Park). Hasta ahora han estrenado 170 episodios en seis entregas y hay anunciada nueva temporada. Aardman ha estrenado dos largometrajes con Shaun, la cabeza de ganado bovino más inteligente de la historia del audiovisual, y sus compañeras de rebaño, pero en realidad es esta primera parte la más imaginativa, en la que las ovejas intentan recuperar a su propietario, que por un accidente sufre de amnesia. Se disfruta con su continua sucesión de homenajes al cine mudo, en especial a Buster Keaton. Para realizarla, 20 animadores trabajaron creando cada día 2 segundos de película.

5) Wallace y Gromit: la maldición de las verduras (2005). Este fue el segundo largometraje realizado por Aardman, el primero con Wallace y Gromit como protagonistas, y el primer premio Oscar en esta categoría (largometraje de animación) para el estudio de Bristol. Un conejo lobo, creado por culpa de un mal uso de los inventos de Wallace, se está zampando los productos de los huertos de la zona y amenaza con reventar el concurso anual de vegetales gigantes de Tottington. Para hacerla, usaron 2,8 toneladas de plastilina, y aumentaron en el ritmo de trabajo: durante los cinco años de producción acababan 3 segundos de película al día.

Tráiler de ‘Wallace y Gromit: la venganza se sirve con plumas’

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Feathers McGraw, el villano de ‘Wallace y Gromit: la venganza se sirve con plumas’

4) Wallace y Gromit: la venganza se sirve con plumas (2024). Había cierto miedo con este largo para Netflix de Aardman, que en Reino Unido se pudo ver en la BBC el día de Navidad (en España se estrena en la plataforma este viernes 3 de enero). Objetivo más que cumplido. Vuelve el malvadísimo Feathers McGraw, el pingüino con el alma oscura, y vuelve Wallace a meterse en jaleos por el mal funcionamiento de sus inventos (en esta ocasión, gnomos de jardín robotizados). Secuela del corto Los pantalones equivocados, sus directores, Nick Park (que retorna a la parte creativa) y Merlin Crossingham, disfrutan de homenajes al cine de acción como la saga Misión: Imposible, Un trabajo en Italia o las películas de James Bond: Feathers hubiera derrotado a 007, pero no puede con Gromit. Tras la muerte en 2017 de Peter Sallis, que ponía la voz de Wallace desde que el entonces estudiante Park le llamara para su filme de graduación, ahora le toca el turno a Ben Whitehead. Todo es de 10 en Wallace y Gromit: la venganza se sirve con plumas: el arranque, la plasmación visual (con unos decorados y unos set pieces espectaculares, envidia seguramente de Tom Cruise), la trama… Y la explosiva resolución. Para los británicos hay centenares de guiños a Yorkshire y Lancashire (la pareja vive en el 62 de la calle West Wallaby, en Wigan, Lancashire, pero Sallis le aportó a Wallace acento de Yorkshire, el condado adyacente). Una maravilla.

3) Chiken Run: evasión en la granja (2000). Un sueño hecho realidad: un largometraje del estudio Aardman. En el cambio de siglo, el estudio estrenó su primer largo (84 minutos) en cines de todo el mundo, en colaboración con DreamWorks. Recaudó 220 millones de dólares por todo el mundo, récord para una película animada con la técnica stop-motion. ¿A qué se parece un gallinero con sus verjas y alambradas? A un campo de prisioneros, y los popes creativos de Aardman, Nick Park y Peter Lord aunaron imaginaciones para meter en la marmita de la trama la serie La fuga de Colditz, películas como La gran evasión, Traidor en el infierno, El gran carnaval, unas gallinas excepcionalmente inteligentes, un gallito rebosante de masculinidad tóxica (brillante en su modulación de voz Mel Gibson) y un tono más siniestro y menos “mono” que las obras precedentes del estudio. Obra maestra. ¿Por qué no ganó el Oscar? Porque entonces no existía esa categoría en los premios de Hollywood.

2) Wallace y Gromit: los pantalones equivocados (1993). Es una de las grandes hazañas creativas de la historia de la animación. Hasta el punto de que inspiró a Pixar parte de Toy Story. En sus 29 minutos hay ideas fascinantes, que aparecen y desaparecen por segundos (un ejemplo: Gromit lee La república, firmada por Pluto, el perro de Mickey Mouse, en vez de por Platón). Los pantalones robóticos manipulados, el histerismo de Wallace, la secuencia del tren, la primera aparición del pingüino Feathers McGraw… Resultado: el primer Oscar para Wallace y Gromit.

1) El confort de las criaturas (1989). Nick Park entró en Aardman para potenciar la creatividad de sus fundadores, y sus dos primeros trabajos acabaron compitiendo entre sí en la gala de los premios Oscar de 1991. Si no ganaron su primera estatuilla Wallace y Gromit fue porque se lo llevó El confort de las criaturas, una obra maestra. Dura poco más de cinco minutos, y se creó como un falso documental, en el que un equipo televisivo entrevista, en un zoo, a varias familias de animales que hablan de sus condiciones de vida. Nunca se había visto en la pantalla una expresividad igual en los animales, que además respondían con frases que podrían ser entendidas como eco de la situación humana (para las voces usaron actores no profesionales) ante viviendas en precaria situación. El éxito fue tal, que generó una campaña de de anuncios para una compañía eléctrica y una serie de televisión. En el corazón de los cinéfilos siempre estará Tracey, la gorila deprimida.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón

Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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