Barcelona, con un cicerone de lujo

La lectura de Misterio en el Barrio Gótico desencadena un irrefrenable deseo de tomar el próximo AVE y, libro en mano, recorrer la Barcelona que tan bien conoce y tan bien describe Sergio Vila-Sanjuan en la novela que le ha valido el último Premio Fernando Lara. Si es posible cumplir el deseo, además, durante el viaje, se pueden ir desentrañando los muchos enigmas, presentes y pasados, que el autor se va encontrando en las sinuosas calles del centro histórico de la ciudad. 

Vila-Sanjuan (Barcelona, 1957) es subdirector de La Vanguardia y uno de los periodistas culturales más reputados de este país. Además de ensayista sobre temas culturales (Pasando página, Cultura española en democracia…), es el autor de varias novelas, en las que siempre son una constante el ambiente literario y periodístico así como diversos periodos trascendentales de la historia de la capital catalana.

Novelas que conforman una trilogía compuesta por Una heredera de Barcelona (2010), donde el escritor describe la Barcelona de los convulsos primeros años 20; Estaba en el Aire (Ganadora del Nadal 2012), donde se sumerge en la década prodigiosa de los años sesenta; y El informe Casabona (2017), en el que recorre las últimas décadas de la historia catalana y española hasta el presente.

Misterio en el Barrio Gótico tiene todas las características de su trilogía. El protagonista y cicerone es el mismo que en la trilogía, Víctor Balmoral,  el veterano periodista que se resiste a la jubilación. Balmoral trabaja para su periódico, para el que consigue suculentas exclusivas sobre sucesos de actualidad. Además, dirige la Unidad Investigaciones Biográficas, compuesta por un solo miembro, él mismo, que realiza perfiles por encargo. Los dos trabajos, sumados a su innata curiosidad, le llevan a investigar misterios  históricos y actuales, que con frecuencia acaban relacionados entre sí.

Con una documentación exhaustiva, Vila-Sanjuán va incrustando con naturalidad la historia que se esconde detrás de edificios emblemáticos: desde el hoy palacio de la Generalitat hasta el Ayuntamiento, pasando por la Catedral y su museo, el Palacio Requesens o el Palacio Real Mayor.

Muchas veces el protagonismo se atribuye a los hitos históricos de ese mítico Barrio Gótico, pero también a menudo a leyendas apasionantes, que ya forman parte de la memoria colectiva  de los barceloneses. La convivencia de los datos fehacientes y las leyendas, siempre basadas en acontecimientos reales, ofrece a la novela un atractivo y una riqueza notables. Si, además, todo ello se entrelaza con naturalidad con el presente, con la investigación de Víctor Balmoral, la lectura resulta apasionante.

La enumeración de esos hitos históricos sería interminable. Basten unos pocos ejemplos. La reconstrucción del atentado contra Fernando el Católico frente al Palacio Real Mayor; el misterio que esconde el retrato realizado por el mismísimo Rafael a Isabel de Requesens, virreina de Nápoles; la cumbre de la Orden del Toisón de Oro, la primera celebrada fuera de Flandes aprovechando la estancia en Barcelona de Carlos I, el hombre más poderoso del mundo; o el misterio del obispo Irurita, fusilado durante la guerra, pero al que muchos han dado por vivo hasta que el ADN dejó las cosas claras en el año 2000.

El libro está salpicado de pequeñas alusiones a asuntos de la actualidad más candente. En él aparecen personajes que padecen el síndrome del “burn out” y deciden dimitir del trabajo y de la vida; se hacen constantes alusiones a cómo la gentrificación va desvirtuando poco a poco el alma de la ciudad; a la masificación turística, imprescindible para la supervivencia, pero devastadora; la rivalidad entre políticos independentistas y constitucionalistas; o los problemas de la enseñanza catalana, que omite, por ejemplo, los dos años que el nieto de los Reyes Católicos, Carlos I, pasó en Barcelona. 

Vila-Sanjuán tiene la facultad de tratar a sus personajes con cariño y de transmitir al lector ese cariño. Con sus defectos y sus virtudes, todos aparecen retratados con amabilidad, con comprensión, con ese talante conciliador que es tan propio del autor. Baste como ejemplo, ese amigo de Balmoral, ya fallecido, pero con una presencia decisiva en la vida del periodista. Es su Pepito Grillo particular, con el que discute, comparte recuerdos, consulta dudas. Una especie de “amigo invisible”, como el que se inventan los niños cuando carecen de un cómplice, o como aquellos ciudadanos griegos que volvían del Hades para cambiar la vida de los que se habían quedado.

La precisa combinación de investigación, misterio e historia convierten Misterio en el Barrio Gótico en una lectura emocionante, que discurre con la placentera fluidez de lo aparentemente sencillo, pero sin dejar de ofrecer constantes referencias históricas y culturales. Una muestra: ¿Qué nos tiene que decir hoy Los mares del Sur, de Vázquez Montalbán?

Tengo la sensación de que, últimamente, son muchos los madrileños que desconocen las maravillas de Barcelona. Tal vez solo necesitan un buen cicerone. El libro de Vila-Sanjuán puede ser una forma de acercarse a una ciudad con una historia y un presente que merecen mucho la pena conocerse.

 La lectura de Misterio en el Barrio Gótico desencadena un irrefrenable deseo de tomar el próximo AVE y, libro en mano, recorrer la Barcelona que tan bien conoce  

La lectura de Misterio en el Barrio Gótico desencadena un irrefrenable deseo de tomar el próximo AVE y, libro en mano, recorrer la Barcelona que tan bien conoce y tan bien describe Sergio Vila-Sanjuan en la novela que le ha valido el último Premio Fernando Lara. Si es posible cumplir el deseo, además, durante el viaje, se pueden ir desentrañando los muchos enigmas, presentes y pasados, que el autor se va encontrando en las sinuosas calles del centro histórico de la ciudad. 

Vila-Sanjuan (Barcelona, 1957) es subdirector de La Vanguardia y uno de los periodistas culturales más reputados de este país. Además de ensayista sobre temas culturales (Pasando página, Cultura española en democracia…), es el autor de varias novelas, en las que siempre son una constante el ambiente literario y periodístico así como diversos periodos trascendentales de la historia de la capital catalana.

Novelas que conforman una trilogía compuesta por Una heredera de Barcelona (2010), donde el escritor describe la Barcelona de los convulsos primeros años 20; Estaba en el Aire (Ganadora del Nadal 2012), donde se sumerge en la década prodigiosa de los años sesenta; y El informe Casabona (2017), en el que recorre las últimas décadas de la historia catalana y española hasta el presente.

Misterio en el Barrio Gótico tiene todas las características de su trilogía. El protagonista y cicerone es el mismo que en la trilogía, Víctor Balmoral,  el veterano periodista que se resiste a la jubilación. Balmoral trabaja para su periódico, para el que consigue suculentas exclusivas sobre sucesos de actualidad. Además, dirige la Unidad Investigaciones Biográficas, compuesta por un solo miembro, él mismo, que realiza perfiles por encargo. Los dos trabajos, sumados a su innata curiosidad, le llevan a investigar misterios  históricos y actuales, que con frecuencia acaban relacionados entre sí.

Con una documentación exhaustiva, Vila-Sanjuán va incrustando con naturalidad la historia que se esconde detrás de edificios emblemáticos: desde el hoy palacio de la Generalitat hasta el Ayuntamiento, pasando por la Catedral y su museo, el Palacio Requesens o el Palacio Real Mayor.

Muchas veces el protagonismo se atribuye a los hitos históricos de ese mítico Barrio Gótico, pero también a menudo a leyendas apasionantes, que ya forman parte de la memoria colectiva  de los barceloneses. La convivencia de los datos fehacientes y las leyendas, siempre basadas en acontecimientos reales, ofrece a la novela un atractivo y una riqueza notables. Si, además, todo ello se entrelaza con naturalidad con el presente, con la investigación de Víctor Balmoral, la lectura resulta apasionante.

La enumeración de esos hitos históricos sería interminable. Basten unos pocos ejemplos. La reconstrucción del atentado contra Fernando el Católico frente al Palacio Real Mayor; el misterio que esconde el retrato realizado por el mismísimo Rafael a Isabel de Requesens, virreina de Nápoles; la cumbre de la Orden del Toisón de Oro, la primera celebrada fuera de Flandes aprovechando la estancia en Barcelona de Carlos I, el hombre más poderoso del mundo; o el misterio del obispo Irurita, fusilado durante la guerra, pero al que muchos han dado por vivo hasta que el ADN dejó las cosas claras en el año 2000.

El libro está salpicado de pequeñas alusiones a asuntos de la actualidad más candente. En él aparecen personajes que padecen el síndrome del “burn out” y deciden dimitir del trabajo y de la vida; se hacen constantes alusiones a cómo la gentrificación va desvirtuando poco a poco el alma de la ciudad; a la masificación turística, imprescindible para la supervivencia, pero devastadora; la rivalidad entre políticos independentistas y constitucionalistas; o los problemas de la enseñanza catalana, que omite, por ejemplo, los dos años que el nieto de los Reyes Católicos, Carlos I, pasó en Barcelona. 

Vila-Sanjuán tiene la facultad de tratar a sus personajes con cariño y de transmitir al lector ese cariño. Con sus defectos y sus virtudes, todos aparecen retratados con amabilidad, con comprensión, con ese talante conciliador que es tan propio del autor. Baste como ejemplo, ese amigo de Balmoral, ya fallecido, pero con una presencia decisiva en la vida del periodista. Es su Pepito Grillo particular, con el que discute, comparte recuerdos, consulta dudas. Una especie de “amigo invisible”, como el que se inventan los niños cuando carecen de un cómplice, o como aquellos ciudadanos griegos que volvían del Hades para cambiar la vida de los que se habían quedado.

La precisa combinación de investigación, misterio e historia convierten Misterio en el Barrio Gótico en una lectura emocionante, que discurre con la placentera fluidez de lo aparentemente sencillo, pero sin dejar de ofrecer constantes referencias históricas y culturales. Una muestra: ¿Qué nos tiene que decir hoy Los mares del Sur, de Vázquez Montalbán?

Tengo la sensación de que, últimamente, son muchos los madrileños que desconocen las maravillas de Barcelona. Tal vez solo necesitan un buen cicerone. El libro de Vila-Sanjuán puede ser una forma de acercarse a una ciudad con una historia y un presente que merecen mucho la pena conocerse.

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