Standarte 2025: Picasso, Miró, Sorolla y una apuesta por el coleccionismo accesible

Madrid se convierte esta semana, una vez más, en punto de encuentro para coleccionistas, curiosos y amantes del arte con la tercera edición de Standarte, la feria boutique que busca equilibrar el rigor expositivo con una experiencia cercana y humana. Desde mañana 8 de mayo y hasta el domingo 11, la Fundación Carlos de Amberes acoge una selección cuidada de seis galerías de primer nivel, que exhiben piezas maestras de artistas como Pablo Picasso, Joan Miró, Joaquín Sorolla, Antoni Tàpies, Diego Rivera o Alexander Calder.

La propuesta no podría ser más clara: calidad antes que cantidad, diálogo entre modernidad y contemporaneidad, y una voluntad manifiesta de atraer tanto al coleccionista experimentado como al visitante ocasional. «Standarte es una selección que habla de calidad, mirada propia y pasión por el arte», resume Mercè Camps, fundadora y comisaria del proyecto junto a su hermana Oti.

En esta edición, se incorporan por primera vez cuatro galerías con un sólido prestigio internacional: Astarloa, BIM Heritage, Lorenart y Mayoral. Lo hacen con obras que encapsulan distintos modos de entender la historia reciente del arte, desde el simbolismo fantástico de Salvador Dalí hasta la expresividad vibrante de Carmen Laffón. Entre los trabajos destacados, figura la escultura Venus espacial de Dalí, una de las piezas más singulares de toda la feria, y el cuadro 1+3 de Antoni Tàpies, que encarna la potencia matérico-poética del informalismo español.

La galería Lorenart, por su parte, presenta Mujeres bañándose en el río de Francisco Iturrino, un óleo donde el color se despliega con libertad sensual, mientras que BIM Heritage propone un diálogo entre tradición y modernidad con una selección diversa que conecta generaciones.

Junto a estas nuevas incorporaciones, repiten participación dos pesos pesados del mercado español: J. Bagot y Jordi Pascual. La primera apuesta fuerte por nombres con proyección internacional como Calder y Diego Rivera –con su icónico Retrato campesino con sombrero puntiagudo, de clara raigambre muralista–, mientras que Pascual ofrece joyas del arte de posguerra como el Cuadro (4) de Manolo Millares y el expresivo Nº 271 de Luis Feito, ambos representantes de una abstracción visceral e histórica.

La selección –más de 150 obras en total– se articula no como un muestrario de grandes nombres, sino como un recorrido emocional e intuitivo, con especial atención a los valores estéticos y a la posibilidad de adquisición real. En este sentido, Standarte no busca imitar los modelos de macroferias como ARCO, sino ofrecer un formato amable, inmersivo y sin pretensiones elitistas, donde el visitante puede detenerse, conversar y –por qué no– dejarse seducir por una obra para su colección personal.

Pero Standarte no se limita al arte que cuelga de las paredes. La feria también apuesta por la experiencia sensorial completa. Cada tarde, los asistentes podrán disfrutar de una degustación de vinos de La Rioja ofrecida por la bodega Cornelio Dinastía, añadiendo al recorrido visual una dimensión gustativa que redobla la calidez del ambiente. «El arte se contempla, pero también se celebra», bromea Camps, subrayando el componente festivo y compartido de la cita.

El espacio elegido para esta tercera edición, la Fundación Carlos de Amberes (Calle Claudio Coello, 99), refuerza esa vocación de encuentro. Con su arquitectura diáfana, central y acogedora, permite un contacto directo con las obras y los galeristas, lejos de los entornos fríos o abrumadores de los grandes recintos feriales.

Standarte abrirá sus puertas de jueves a sábado en horario ininterrumpido de 11.30 a 20.30 horas, mientras que el domingo cerrará a las 17 en punto. Las entradas pueden adquirirse en la propia Fundación, con todos los detalles disponibles en la web oficial y en su cuenta de Instagram. En un año marcado por la polarización del mercado entre ferias mastodónticas y microeventos experimentales, Standarte consolida su lugar intermedio: una feria manejable, de proximidad, con músculo comercial pero sin perder la vocación de disfrute estético. Una apuesta decidida por el arte como lugar de encuentro, belleza y descubrimiento.

 Madrid se convierte esta semana, una vez más, en punto de encuentro para coleccionistas, curiosos y amantes del arte con la tercera edición de Standarte, la  

Madrid se convierte esta semana, una vez más, en punto de encuentro para coleccionistas, curiosos y amantes del arte con la tercera edición de Standarte, la feria boutique que busca equilibrar el rigor expositivo con una experiencia cercana y humana. Desde mañana 8 de mayo y hasta el domingo 11, la Fundación Carlos de Amberes acoge una selección cuidada de seis galerías de primer nivel, que exhiben piezas maestras de artistas como Pablo Picasso, Joan Miró, Joaquín Sorolla, Antoni Tàpies, Diego Rivera o Alexander Calder.

La propuesta no podría ser más clara: calidad antes que cantidad, diálogo entre modernidad y contemporaneidad, y una voluntad manifiesta de atraer tanto al coleccionista experimentado como al visitante ocasional. «Standarte es una selección que habla de calidad, mirada propia y pasión por el arte», resume Mercè Camps, fundadora y comisaria del proyecto junto a su hermana Oti.

En esta edición, se incorporan por primera vez cuatro galerías con un sólido prestigio internacional: Astarloa, BIM Heritage, Lorenart y Mayoral. Lo hacen con obras que encapsulan distintos modos de entender la historia reciente del arte, desde el simbolismo fantástico de Salvador Dalí hasta la expresividad vibrante de Carmen Laffón. Entre los trabajos destacados, figura la escultura Venus espacial de Dalí, una de las piezas más singulares de toda la feria, y el cuadro 1+3 de Antoni Tàpies, que encarna la potencia matérico-poética del informalismo español.

La galería Lorenart, por su parte, presenta Mujeres bañándose en el río de Francisco Iturrino, un óleo donde el color se despliega con libertad sensual, mientras que BIM Heritage propone un diálogo entre tradición y modernidad con una selección diversa que conecta generaciones.

Junto a estas nuevas incorporaciones, repiten participación dos pesos pesados del mercado español: J. Bagot y Jordi Pascual. La primera apuesta fuerte por nombres con proyección internacional como Calder y Diego Rivera –con su icónico Retrato campesino con sombrero puntiagudo, de clara raigambre muralista–, mientras que Pascual ofrece joyas del arte de posguerra como el Cuadro (4) de Manolo Millares y el expresivo Nº 271 de Luis Feito, ambos representantes de una abstracción visceral e histórica.

La selección –más de 150 obras en total– se articula no como un muestrario de grandes nombres, sino como un recorrido emocional e intuitivo, con especial atención a los valores estéticos y a la posibilidad de adquisición real. En este sentido, Standarte no busca imitar los modelos de macroferias como ARCO, sino ofrecer un formato amable, inmersivo y sin pretensiones elitistas, donde el visitante puede detenerse, conversar y –por qué no– dejarse seducir por una obra para su colección personal.

Pero Standarte no se limita al arte que cuelga de las paredes. La feria también apuesta por la experiencia sensorial completa. Cada tarde, los asistentes podrán disfrutar de una degustación de vinos de La Rioja ofrecida por la bodega Cornelio Dinastía, añadiendo al recorrido visual una dimensión gustativa que redobla la calidez del ambiente. «El arte se contempla, pero también se celebra», bromea Camps, subrayando el componente festivo y compartido de la cita.

El espacio elegido para esta tercera edición, la Fundación Carlos de Amberes (Calle Claudio Coello, 99), refuerza esa vocación de encuentro. Con su arquitectura diáfana, central y acogedora, permite un contacto directo con las obras y los galeristas, lejos de los entornos fríos o abrumadores de los grandes recintos feriales.

Standarte abrirá sus puertas de jueves a sábado en horario ininterrumpido de 11.30 a 20.30 horas, mientras que el domingo cerrará a las 17 en punto. Las entradas pueden adquirirse en la propia Fundación, con todos los detalles disponibles en la web oficial y en su cuenta de Instagram. En un año marcado por la polarización del mercado entre ferias mastodónticas y microeventos experimentales, Standarte consolida su lugar intermedio: una feria manejable, de proximidad, con músculo comercial pero sin perder la vocación de disfrute estético. Una apuesta decidida por el arte como lugar de encuentro, belleza y descubrimiento.

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