Este jueves ha tenido lugar una de las grandes celebraciones anuales de Estados Unidos, la fiesta de Acción de Gracias. Una celebración que, por la predominancia cultural del país norteamericano, empieza poco a poco a abrirse paso en otras latitudes, a la manera de Halloween. La fecha se asocia popularmente con los peregrinos ingleses que llegaron a América en el siglo XVII, pero tiene raíces más complejas de lo que se suele contar. Pedro Menéndez
Aunque el relato predominante sitúa su origen en el banquete de 1621 en Plymouth, Massachusetts, en realidad esta tradición tiene antecedentes en el mundo hispano. Antes de que los colonos ingleses celebraran su acción de gracias, exploradores españoles ya habían llevado a cabo ceremonias similares en territorio norteamericano.
Pedro Menéndez: el primero en celebrar la Acción de Gracias
En efecto, el primer evento que podría considerarse una «Acción de Gracias» en territorio estadounidense se remonta al 8 de septiembre de 1565, en San Agustín, Florida. El explorador asturiano Pedro Menéndez de Avilés fundó en esa fecha un asentamiento que acabaría por convertirse en la ciudad más antigua de Estados Unidos. Como parte de los eventos de fundación, Menéndez y su tripulación celebraron una misa de agradecimiento y luego compartieron una comida con los indios saturiwa.
Esta ceremonia, profundamente arraigada en la tradición católica de los españoles, era común en los viajes de exploración y conquista. Siempre que se alcanzaba un hito significativo o se superaba un peligro, los exploradores daban gracias a Dios con una misa solemne. En San Agustín, tras la ceremonia religiosa, se sirvió una comida que probablemente incluyó pan, garbanzos, cerdo, vino y otros alimentos europeos, compartidos con los habitantes nativos de la región.
El motivo de que Menéndez estuviese en ese momento en la actual Florida es que Felipe II le había enviado allí al mando de una escuadra de 26 barcos para proteger los intereses de la Corona frente a los protestantes franceses, que se habían aventurado en ese territorio. El monarca también le encargó reclamar para España aquellas regiones, así como explorar la costa en busca de un posible paso que comunicase el Atlántico y el Pacífico. Al llegar a Florida, Menéndez atacó y tomó Fort Caroline (la actual ciudad de Jacksonville). Lo hizo precisamente con la ayuda de los indios saturiwas.
La Acción de Gracias de los Colonos Ingleses en Plymouth
El relato más conocido sobre el Día de Acción de Gracias tiene lugar en 1621, cuando los peregrinos puritanos que llegaron en el Mayflower celebraron su primera cosecha exitosa en Plymouth, Massachusetts. Estos colonos, tras un invierno extremadamente duro en el que casi la mitad de ellos murieron, lograron sobrevivir gracias a la ayuda de los indígenas wampanoag, quienes les enseñaron técnicas agrícolas adaptadas al suelo y clima locales.
Para conmemorar la abundancia de su primera cosecha, los peregrinos organizaron un banquete que duró tres días, al que invitaron a sus vecinos nativos. La comida incluía pavo silvestre, maíz, calabaza y pescado, entre otros alimentos. Este evento, aunque significativo, no se llamó oficialmente «Día de Acción de Gracias» en ese momento. Solo mucho más tarde, durante el siglo XIX, este evento de 1621 fue mitificado como el origen de la festividad moderna. En concreto, fue Abraham Lincoln quien la instauró como festivo nacional en 1863.
Acción de Gracias en Canadá
Además de la de Pedro Menéndez y la de los colonos del Mayflower, todavía hay una tercera historia concerniente al día de Acción de Gracias. En Canadá esta fiesta también se celebra, aunque en una fecha distinta a Estados Unidos. Pues bien, el origen canadiense de esta festividad se remonta a 1578, cuando el explorador inglés Martin Frobisher organizó un acto de gratitud tras sobrevivir a un peligroso viaje en busca del Paso del Noroeste. Este evento tuvo lugar en lo que hoy es Terranova y Labrador, y consistió en una ceremonia religiosa para agradecer que su tripulación hubiera completado el viaje sana y salva.
Más tarde, los colonos franceses liderados por Samuel de Champlain también llevaron a cabo festividades de agradecimiento por las cosechas exitosas en Nueva Francia, en la actual Quebec. Estas celebraciones incluían banquetes compartidos y elementos religiosos similares a las tradiciones de acción de gracias europeas.
En resumidas cuentas, de los tres relatos sobre el origen del día de Acción de Gracias, los que más han perdurado han sido el de los peregrinos ingleses y franceses. Sin embargo, el más antiguo tuvo como protagonistas a un puñado de intrépidos españoles, que dieron gracias por su buena fortuna décadas antes.
Este jueves ha tenido lugar una de las grandes celebraciones anuales de Estados Unidos, la fiesta de Acción de Gracias. Una celebración que, por la predominancia
Este jueves ha tenido lugar una de las grandes celebraciones anuales de Estados Unidos, la fiesta de Acción de Gracias. Una celebración que, por la predominancia cultural del país norteamericano, empieza poco a poco a abrirse paso en otras latitudes, a la manera de Halloween. La fecha se asocia popularmente con los peregrinos ingleses que llegaron a América en el siglo XVII, pero tiene raíces más complejas de lo que se suele contar. Pedro Menéndez
Aunque el relato predominante sitúa su origen en el banquete de 1621 en Plymouth, Massachusetts, en realidad esta tradición tiene antecedentes en el mundo hispano. Antes de que los colonos ingleses celebraran su acción de gracias, exploradores españoles ya habían llevado a cabo ceremonias similares en territorio norteamericano.
En efecto, el primer evento que podría considerarse una «Acción de Gracias» en territorio estadounidense se remonta al 8 de septiembre de 1565, en San Agustín, Florida. El explorador asturiano Pedro Menéndez de Avilés fundó en esa fecha un asentamiento que acabaría por convertirse en la ciudad más antigua de Estados Unidos. Como parte de los eventos de fundación, Menéndez y su tripulación celebraron una misa de agradecimiento y luego compartieron una comida con los indios saturiwa.
Esta ceremonia, profundamente arraigada en la tradición católica de los españoles, era común en los viajes de exploración y conquista. Siempre que se alcanzaba un hito significativo o se superaba un peligro, los exploradores daban gracias a Dios con una misa solemne. En San Agustín, tras la ceremonia religiosa, se sirvió una comida que probablemente incluyó pan, garbanzos, cerdo, vino y otros alimentos europeos, compartidos con los habitantes nativos de la región.
El motivo de que Menéndez estuviese en ese momento en la actual Florida es que Felipe II le había enviado allí al mando de una escuadra de 26 barcos para proteger los intereses de la Corona frente a los protestantes franceses, que se habían aventurado en ese territorio. El monarca también le encargó reclamar para España aquellas regiones, así como explorar la costa en busca de un posible paso que comunicase el Atlántico y el Pacífico. Al llegar a Florida, Menéndez atacó y tomó Fort Caroline (la actual ciudad de Jacksonville). Lo hizo precisamente con la ayuda de los indios saturiwas.
El relato más conocido sobre el Día de Acción de Gracias tiene lugar en 1621, cuando los peregrinos puritanos que llegaron en el Mayflower celebraron su primera cosecha exitosa en Plymouth, Massachusetts. Estos colonos, tras un invierno extremadamente duro en el que casi la mitad de ellos murieron, lograron sobrevivir gracias a la ayuda de los indígenas wampanoag, quienes les enseñaron técnicas agrícolas adaptadas al suelo y clima locales.
Para conmemorar la abundancia de su primera cosecha, los peregrinos organizaron un banquete que duró tres días, al que invitaron a sus vecinos nativos. La comida incluía pavo silvestre, maíz, calabaza y pescado, entre otros alimentos. Este evento, aunque significativo, no se llamó oficialmente «Día de Acción de Gracias» en ese momento. Solo mucho más tarde, durante el siglo XIX, este evento de 1621 fue mitificado como el origen de la festividad moderna. En concreto, fue Abraham Lincoln quien la instauró como festivo nacional en 1863.
Además de la de Pedro Menéndez y la de los colonos del Mayflower, todavía hay una tercera historia concerniente al día de Acción de Gracias. En Canadá esta fiesta también se celebra, aunque en una fecha distinta a Estados Unidos. Pues bien, el origen canadiense de esta festividad se remonta a 1578, cuando el explorador inglés Martin Frobisher organizó un acto de gratitud tras sobrevivir a un peligroso viaje en busca del Paso del Noroeste. Este evento tuvo lugar en lo que hoy es Terranova y Labrador, y consistió en una ceremonia religiosa para agradecer que su tripulación hubiera completado el viaje sana y salva.
Más tarde, los colonos franceses liderados por Samuel de Champlain también llevaron a cabo festividades de agradecimiento por las cosechas exitosas en Nueva Francia, en la actual Quebec. Estas celebraciones incluían banquetes compartidos y elementos religiosos similares a las tradiciones de acción de gracias europeas.
En resumidas cuentas, de los tres relatos sobre el origen del día de Acción de Gracias, los que más han perdurado han sido el de los peregrinos ingleses y franceses. Sin embargo, el más antiguo tuvo como protagonistas a un puñado de intrépidos españoles, que dieron gracias por su buena fortuna décadas antes.
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