Tal día como ayer, el 9 de marzo de hace 80 años, Tokyo sufría un devastador bombardeo. Más de 105.000 personas murieron por el efecto de las bombas con napalm lanzadas por la aviación norteamericana. Tal día como hoy, el día 10 de marzo de 1938, Hitler se anexionó Austria incumpliendo todos los acuerdos internacionales. El Führer justificó la invasión del país vecino, conocida como Anschluss, porque según él había «más de diez millones de alemanes que viven fuera de nuestras fronteras».
En una época olvidadiza, como la actual, las efemérides tienen mucho que decirnos. Más en un momento en el que los expertos consideran que vivimos la situación mundial más tensa desde la Segunda Guerra Mundial. Una potencia expansionista como Rusia ha invadido un país vecino, con la excusa de que allí viven más de ocho millones de rusos. Estados Unidos, bajo la presidencia de Trump, parece tomar partido por Putin y por retirar su apoyo a Europa, su fiel aliado, así como por crear un nuevo orden. Los países europeos se rearman por primera vez en muchos años, China se rearma… El fantasma de la última gran guerra se hace presente.
No puede ser más oportuna la publicación del libro La guerra que cambió el mundo. Efemérides de la Segunda Guerra Mundial (Ediciones B), del periodista Miguel Ángel Santamarina. Dos poderosas razones avalan esa pertinencia. Por un lado la estremecedora actualidad de la Guerra que dio lugar al orden mundial en el que vivíamos hasta ahora, que parece saltar por los aires: guerra en suelo europeo, aliados insólitos, amenaza nuclear…
Por otro, el hecho de que en 2025 conmemoramos el 80 aniversario del final de la contienda, que tuvo varios finales a lo largo de 1945: el 30 de abril (suicidio de Hitler), el 8 de mayo, Día de la Victora (rendición incondicional de la Alemania nazi), el 2 de septiembre (rendición de Japón). Todos los días de 2025 son un aniversario, en realidad todo el periodo entre 1939 y 1945 es un puro recordatorio que hoy es imprescindible tener en cuenta.
De ahí que la original organización del libro de Miguel Ángel Santamarina resulte tan adecuada para acercarse al trascendental conflicto bélico. El autor nos cuenta la guerra mes a mes, y en cada uno de los meses logra encajar en sus correspondientes días los acontecimientos más relevantes de cada uno de los años que duró.
Es necesario aclarar dos aspectos que pueden llevar a la confusión. No estamos ante una cronología, que ya se ofrece de forma extensa al final del libro. Para nada. Estamos ante una sucesión de historias, grandes y pequeñas, que todas juntas conforman un enorme fresco de la segunda gran guerra del siglo XX. Esa serie de relatos se lee, como ha escrito Arturo Pérez-Reverte, «como una novela». Cada una de las narraciones tiene un principio y un final, se pueden leer de forma independiente, pero hay una coherencia en el encadenamiento de esas historias, que lleva al lector a leerlas seguidas, porque en cada una se encuentra una sorpresa mayor a la anterior y un estímulo para pasar a la siguiente.
El otro aspecto que hay que aclarar es que no se trata de un libro de historia al uso, sin que por ello pierda un ápice de rigor. Está escrito por un periodista, lo que se trasluce en su amenidad, su capacidad para atrapar el interés del lector, así como en su escritura ágil y clara.
Todos hemos visto muchas películas, series y documentales. Todos hemos leído muchos libros. Tenemos la sensación de que lo sabemos todo sobre el conflicto bélico, que conocemos a todos los personajes, todas las batallas y todos los horrores. La lectura de La guerra que cambió el mundo delata lo mucho que nos faltaba por conocer.
Miguel Ángel Santamarina no sólo se detiene en los grandes personajes. Por supuesto que nos habla de Hitler, de Stalin, de Churchill o de Musolini y de sus míticos generales. Pero hace especial hincapié en las peripecias de personajes menos conocidos, muchas veces anónimos: hombres y mujeres que realizaron acciones heroicas que hicieron cambiar el curso de la guerra o individuos sanguinarios que perpetratron matanzas inconcebibles de civiles, mujeres y niños con una crueldad sobrecogedora.
Cabe destacar también la habilidad de Santamarina para acercarnos al presente acontecimientos aparentemente lejanos. Recurre a varios métodos. Se preocupa siempre de contarnos el qué fue de los protagonistas, para lo que hay que llegar en muchas ocasiones hasta el mismo siglo XXI. Intenta hacer incidencia en acontecimientos misteriosos, muchos sin resolver a día de hoy y que aún son objeto de debate. Recurre a películas y series que nos son familiares –Hermanos de sangre, El pianista, Dunkerque– para contarnos la realidad de las historias en las que están basadas. O incide en episodios de la guerra con influencia en sucesos que son hoy palpitante actualidad, como la propia invasión de Ucrania o las raíces de los movimientos neonazis que proliferan en el presente..
Sobre la Segunda Guerra Mundial se han escrito decenas de miles de libros. Resulta imposible de abarcar. La lectura de La guerra que cambió el mundo ofrece un panorama general del conflicto en el que nada se echa de menos, en el que los grandes acontecimientos están entrelazados con los aparentemente pequeños, y en el que descubriremos que aún nos faltaba mucho por saber. Aquí sí que viene a cuento la muy utilizada frase publicitaria: «La Segunda Guerra Mundial como nunca te la habían contado»
Tal día como ayer, el 9 de marzo de hace 80 años, Tokyo sufría un devastador bombardeo. Más de 105.000 personas murieron por el efecto de
Tal día como ayer, el 9 de marzo de hace 80 años, Tokyo sufría un devastador bombardeo. Más de 105.000 personas murieron por el efecto de las bombas con napalm lanzadas por la aviación norteamericana. Tal día como hoy, el día 10 de marzo de 1938, Hitler se anexionó Austria incumpliendo todos los acuerdos internacionales. El Führer justificó la invasión del país vecino, conocida como Anschluss, porque según él había «más de diez millones de alemanes que viven fuera de nuestras fronteras».
En una época olvidadiza, como la actual, las efemérides tienen mucho que decirnos. Más en un momento en el que los expertos consideran que vivimos la situación mundial más tensa desde la Segunda Guerra Mundial. Una potencia expansionista como Rusia ha invadido un país vecino, con la excusa de que allí viven más de ocho millones de rusos. Estados Unidos, bajo la presidencia de Trump, parece tomar partido por Putin y por retirar su apoyo a Europa, su fiel aliado, así como por crear un nuevo orden. Los países europeos se rearman por primera vez en muchos años, China se rearma… El fantasma de la última gran guerra se hace presente.
No puede ser más oportuna la publicación del libro La guerra que cambió el mundo. Efemérides de la Segunda Guerra Mundial (Ediciones B), del periodista Miguel Ángel Santamarina. Dos poderosas razones avalan esa pertinencia. Por un lado la estremecedora actualidad de la Guerra que dio lugar al orden mundial en el que vivíamos hasta ahora, que parece saltar por los aires: guerra en suelo europeo, aliados insólitos, amenaza nuclear…
Por otro, el hecho de que en 2025 conmemoramos el 80 aniversario del final de la contienda, que tuvo varios finales a lo largo de 1945: el 30 de abril (suicidio de Hitler), el 8 de mayo, Día de la Victora (rendición incondicional de la Alemania nazi), el 2 de septiembre (rendición de Japón). Todos los días de 2025 son un aniversario, en realidad todo el periodo entre 1939 y 1945 es un puro recordatorio que hoy es imprescindible tener en cuenta.
De ahí que la original organización del libro de Miguel Ángel Santamarina resulte tan adecuada para acercarse al trascendental conflicto bélico. El autor nos cuenta la guerra mes a mes, y en cada uno de los meses logra encajar en sus correspondientes días los acontecimientos más relevantes de cada uno de los años que duró.
Es necesario aclarar dos aspectos que pueden llevar a la confusión. No estamos ante una cronología, que ya se ofrece de forma extensa al final del libro. Para nada. Estamos ante una sucesión de historias, grandes y pequeñas, que todas juntas conforman un enorme fresco de la segunda gran guerra del siglo XX. Esa serie de relatos se lee, como ha escrito Arturo Pérez-Reverte, «como una novela». Cada una de las narraciones tiene un principio y un final, se pueden leer de forma independiente, pero hay una coherencia en el encadenamiento de esas historias, que lleva al lector a leerlas seguidas, porque en cada una se encuentra una sorpresa mayor a la anterior y un estímulo para pasar a la siguiente.
El otro aspecto que hay que aclarar es que no se trata de un libro de historia al uso, sin que por ello pierda un ápice de rigor. Está escrito por un periodista, lo que se trasluce en su amenidad, su capacidad para atrapar el interés del lector, así como en su escritura ágil y clara.
Todos hemos visto muchas películas, series y documentales. Todos hemos leído muchos libros. Tenemos la sensación de que lo sabemos todo sobre el conflicto bélico, que conocemos a todos los personajes, todas las batallas y todos los horrores. La lectura de La guerra que cambió el mundo delata lo mucho que nos faltaba por conocer.
Miguel Ángel Santamarina no sólo se detiene en los grandes personajes. Por supuesto que nos habla de Hitler, de Stalin, de Churchill o de Musolini y de sus míticos generales. Pero hace especial hincapié en las peripecias de personajes menos conocidos, muchas veces anónimos: hombres y mujeres que realizaron acciones heroicas que hicieron cambiar el curso de la guerra o individuos sanguinarios que perpetratron matanzas inconcebibles de civiles, mujeres y niños con una crueldad sobrecogedora.
Cabe destacar también la habilidad de Santamarina para acercarnos al presente acontecimientos aparentemente lejanos. Recurre a varios métodos. Se preocupa siempre de contarnos el qué fue de los protagonistas, para lo que hay que llegar en muchas ocasiones hasta el mismo siglo XXI. Intenta hacer incidencia en acontecimientos misteriosos, muchos sin resolver a día de hoy y que aún son objeto de debate. Recurre a películas y series que nos son familiares –Hermanos de sangre, El pianista, Dunkerque– para contarnos la realidad de las historias en las que están basadas. O incide en episodios de la guerra con influencia en sucesos que son hoy palpitante actualidad, como la propia invasión de Ucrania o las raíces de los movimientos neonazis que proliferan en el presente..
Sobre la Segunda Guerra Mundial se han escrito decenas de miles de libros. Resulta imposible de abarcar. La lectura de La guerra que cambió el mundo ofrece un panorama general del conflicto en el que nada se echa de menos, en el que los grandes acontecimientos están entrelazados con los aparentemente pequeños, y en el que descubriremos que aún nos faltaba mucho por saber. Aquí sí que viene a cuento la muy utilizada frase publicitaria: «La Segunda Guerra Mundial como nunca te la habían contado»
Noticias de Cultura: Última hora de hoy en THE OBJECTIVE