Juan de la Cierva y Hoces, el primer español que ganó un Oscar

Este domingo por la noche, el Dolby Theatre de Los Ángeles acogerá la nonagésima séptima gala de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, más conocidos como los Oscar. España tiene una larga relación con la estatuilla dorada; por ejemplo, en la categoría de mejor película internacional, somos el tercer país más laureado, después de Italia y Francia.

Esa trayectoria patria en los Oscar incluye a algunos nombres propios que están bien presentes en el imaginario colectivo. Hablamos de directores como José Luis Garci, ganador del premio a la mejor película extranjera por Volver a empezar; de Fernando Trueba, por Belle Époque; de Pedro Almodóvar, por Todo sobre mi madre y Hable con ella; o de Alejandro Amenábar, por Mar adentro. Y, en el apartado interpretativo, Javier Bardem, mejor actor de reparto en No es país para viejos, y Penélope Cruz, mejor secundaria en Vicky, Cristina, Barcelona. Por cierto, que este año también nos apuntamos la nominación de Karla Sofía Gascón, aunque algo me dice que sus probabilidades de llevarse el premio son pequeñas.

Los Oscar españoles desconocidos

Pero antes de todos estos nombres destacados de nuestro cine, hubo algunos que fueron aún más pioneros en Hollywood, llegando incluso a la gloria de los Oscar. Por ejemplo, en 1979, cuatro años antes de que el maestro Garci se llevase su estatuilla dorada, el desconocido director de fotografía barcelonés Néstor Almendros Cuyàs ganó el premio por la película Días del cielo, dirigida por Terrence Malick.

Pero tampoco fue este el primer Oscar español; en la ceremonia de 1972, nuestro país hizo doblete con la película Nicolás y Alejandra (1971), que se alzó con los galardones a mejor vestuario para el madrileño Antonio Cánovas del Castillo de Rey y a mejor dirección de arte para el asturiano Gil Parrondo y Rico-Villademoros. Por cierto, que este fue el segundo Oscar consecutivo para Gil Parrondo, ya que el año anterior también lo había ganado por Patton.

Juan de la Cierva y Hoces, un oscarizado ajeno al cine

Hasta ahora, hemos hablado de diez premios Oscar ganados por españoles. Pero hubo uno que los precedió a todos. ¿Y quién fue el pionero que abrió brecha para nuestro país en Hollywood? Pues Juan de la Cierva y Hoces, que se llevó la estatuilla en 1970. Y lo hizo sin participar directamente en ninguna película.

Antes de nada, cabe aclarar que no estamos hablando del murciano Juan de la Cierva y Codorníu, conocido por ser uno de los grandes pioneros de la aviación española y por haber inventado el autogiro, un aparato precursor del helicóptero. El Juan de la Cierva del que hablamos era sobrino de este, y nació en Madrid el 31 de marzo de 1929.

Además del nombre y del apellido, lo que sí heredó Juan de la Cierva de su tío fue el interés por la técnica y las máquinas. Fue así como, tras completar sus estudios en la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicación de Madrid, inició su propia andadura como inventor. Su creatividad se plasmó en multitud de ámbitos, desde un aparato para registrar las llegadas en las carreras de caballos, una especie de foto finish, hasta los medios de comunicación, al formar parte del equipo que puso en marcha las emisiones de RTVE.

Tras unos pocos años afincado en Cuba, en 1959, se trasladó con su familia a Estados Unidos. Allí, continuando con la tradición familiar, fundó una empresa centrada en el desarrollo aeronáutico, con la que colaboró en varias ocasiones con el Departamento de Defensa de Estados Unidos.

El Dynalens

Y del Pentágono a Hollywood. Porque el siguiente hito de su vida llevaría a De la Cierva a pasar por la alfombra roja. El invento, que le granjeó un Oscar, nació por casualidad, en una escena de lo más cotidiana. La familia se encontraba veraneando en España cuando un domingo decidieron ir a hacer esquí acuático al pantano de San Juan, en Ávila. De la Cierva quiso filmar a sus hijos con una cámara, pero los movimientos del barco lo hacían imposible. Fue entonces cuando se le ocurrió la idea de trabajar en un sistema que amortiguara los temblores y bandazos que da una cámara cuando se utiliza desde una posición en movimiento. Vamos, lo que hoy llamaríamos una steadycam.

Fue así como nació el Dynalens, el modelo de estabilizador inventado por De la Cierva y patentado en 1963. Este pensó enseguida que algo así podría venderse por un buen precio a alguna televisión en Estados Unidos y no le faltaba razón: de su primera reunión con los ejecutivos de la CBS, De la Cierva salió con un contrato firmado y un millón de dólares en efectivo.

El Pentágono también le vio utilidad al Dynalens y de hecho el primer uso del invento de De la Cierva fue en la toma de imágenes aéreas de aviones militares estadounidenses. Todavía tendrían que pasar siete años para que Hollywood valorase las bondades del invento español: fue en 1970, cuando fue utilizado durante el rodaje del clásico bélico Tora! Tora! Tora!. Desde entonces, la invención de De la Cierva ha sido la referencia en el diseño posterior de estabilizadores de cámara.

El primer Oscar español

Tanto llamó la atención el Dynalens en Hollywood, que la Academia contactó con De la Cierva para comunicarle que le honraría con un premio Oscar en la ceremonia que se celebraría el 7 de abril de 1970. Desde hace años, la entrega de los premios por contribuciones técnicas tiene lugar semanas antes de la gala principal, siendo un evento infinitamente menos mediático que la ceremonia central que organiza la Academia. Sin embargo, en la época en que De la Cierva recibió su galardón, ese reconocimiento se entregaba junto con el resto, por lo que el inventor español pudo acudir a la gala junto a todas las estrellas del Hollywood de la época. Allí se encontró, por ejemplo, con el entonces director de la Academia, Gregory Peck; con el ganador de ese año del Oscar a mejor actor, John Wayne; o con la legendaria Elizabeth Taylor.

Eso sí, el premio que recibió De la Cierva no tiene el clásico diseño de la estatuilla dorada. La silueta de ‘Oscar’ está grabada sobre una superficie plana. Al lado, puede leerse la siguiente inscripción: «Academy of Motion Picture Arts and Science / Scientific and Engineering Award».

El Oscar de Juan de la Cierva y Hoces

Durante las décadas siguientes, Juan de la Cierva y Hoces prosiguió con su inventiva incansable en ámbitos como la defensa, la seguridad, la aeronáutica o la televisión. Falleció en Madrid en el año 2020.

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 Este domingo por la noche, el Dolby Theatre de Los Ángeles acogerá la nonagésima séptima gala de los premios de la Academia de Artes y Ciencias  

Este domingo por la noche, el Dolby Theatre de Los Ángeles acogerá la nonagésima séptima gala de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, más conocidos como los Oscar. España tiene una larga relación con la estatuilla dorada; por ejemplo, en la categoría de mejor película internacional, somos el tercer país más laureado, después de Italia y Francia.

Esa trayectoria patria en los Oscar incluye a algunos nombres propios que están bien presentes en el imaginario colectivo. Hablamos de directores como José Luis Garci, ganador del premio a la mejor película extranjera por Volver a empezar; de Fernando Trueba, por Belle Époque; de Pedro Almodóvar, por Todo sobre mi madre y Hable con ella; o de Alejandro Amenábar, por Mar adentro. Y, en el apartado interpretativo, Javier Bardem, mejor actor de reparto en No es país para viejos, y Penélope Cruz, mejor secundaria en Vicky, Cristina, Barcelona. Por cierto, que este año también nos apuntamos la nominación de Karla Sofía Gascón, aunque algo me dice que sus probabilidades de llevarse el premio son pequeñas.

Pero antes de todos estos nombres destacados de nuestro cine, hubo algunos que fueron aún más pioneros en Hollywood, llegando incluso a la gloria de los Oscar. Por ejemplo, en 1979, cuatro años antes de que el maestro Garci se llevase su estatuilla dorada, el desconocido director de fotografía barcelonés Néstor Almendros Cuyàs ganó el premio por la película Días del cielo, dirigida por Terrence Malick.

Pero tampoco fue este el primer Oscar español; en la ceremonia de 1972, nuestro país hizo doblete con la película Nicolás y Alejandra (1971), que se alzó con los galardones a mejor vestuario para el madrileño Antonio Cánovas del Castillo de Rey y a mejor dirección de arte para el asturiano Gil Parrondo y Rico-Villademoros. Por cierto, que este fue el segundo Oscar consecutivo para Gil Parrondo, ya que el año anterior también lo había ganado por Patton.

Hasta ahora, hemos hablado de diez premios Oscar ganados por españoles. Pero hubo uno que los precedió a todos. ¿Y quién fue el pionero que abrió brecha para nuestro país en Hollywood? Pues Juan de la Cierva y Hoces, que se llevó la estatuilla en 1970. Y lo hizo sin participar directamente en ninguna película.

Antes de nada, cabe aclarar que no estamos hablando del murciano Juan de la Cierva y Codorníu, conocido por ser uno de los grandes pioneros de la aviación española y por haber inventado el autogiro, un aparato precursor del helicóptero. El Juan de la Cierva del que hablamos era sobrino de este, y nació en Madrid el 31 de marzo de 1929.

Además del nombre y del apellido, lo que sí heredó Juan de la Cierva de su tío fue el interés por la técnica y las máquinas. Fue así como, tras completar sus estudios en la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicación de Madrid, inició su propia andadura como inventor. Su creatividad se plasmó en multitud de ámbitos, desde un aparato para registrar las llegadas en las carreras de caballos, una especie de foto finish, hasta los medios de comunicación, al formar parte del equipo que puso en marcha las emisiones de RTVE.

Tras unos pocos años afincado en Cuba, en 1959, se trasladó con su familia a Estados Unidos. Allí, continuando con la tradición familiar, fundó una empresa centrada en el desarrollo aeronáutico, con la que colaboró en varias ocasiones con el Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Y del Pentágono a Hollywood. Porque el siguiente hito de su vida llevaría a De la Cierva a pasar por la alfombra roja. El invento, que le granjeó un Oscar, nació por casualidad, en una escena de lo más cotidiana. La familia se encontraba veraneando en España cuando un domingo decidieron ir a hacer esquí acuático al pantano de San Juan, en Ávila. De la Cierva quiso filmar a sus hijos con una cámara, pero los movimientos del barco lo hacían imposible. Fue entonces cuando se le ocurrió la idea de trabajar en un sistema que amortiguara los temblores y bandazos que da una cámara cuando se utiliza desde una posición en movimiento. Vamos, lo que hoy llamaríamos una steadycam.

Fue así como nació el Dynalens, el modelo de estabilizador inventado por De la Cierva y patentado en 1963. Este pensó enseguida que algo así podría venderse por un buen precio a alguna televisión en Estados Unidos y no le faltaba razón: de su primera reunión con los ejecutivos de la CBS, De la Cierva salió con un contrato firmado y un millón de dólares en efectivo.

El Pentágono también le vio utilidad al Dynalens y de hecho el primer uso del invento de De la Cierva fue en la toma de imágenes aéreas de aviones militares estadounidenses. Todavía tendrían que pasar siete años para que Hollywood valorase las bondades del invento español: fue en 1970, cuando fue utilizado durante el rodaje del clásico bélico Tora! Tora! Tora!. Desde entonces, la invención de De la Cierva ha sido la referencia en el diseño posterior de estabilizadores de cámara.

Tanto llamó la atención el Dynalens en Hollywood, que la Academia contactó con De la Cierva para comunicarle que le honraría con un premio Oscar en la ceremonia que se celebraría el 7 de abril de 1970. Desde hace años, la entrega de los premios por contribuciones técnicas tiene lugar semanas antes de la gala principal, siendo un evento infinitamente menos mediático que la ceremonia central que organiza la Academia. Sin embargo, en la época en que De la Cierva recibió su galardón, ese reconocimiento se entregaba junto con el resto, por lo que el inventor español pudo acudir a la gala junto a todas las estrellas del Hollywood de la época. Allí se encontró, por ejemplo, con el entonces director de la Academia, Gregory Peck; con el ganador de ese año del Oscar a mejor actor, John Wayne; o con la legendaria Elizabeth Taylor.

Eso sí, el premio que recibió De la Cierva no tiene el clásico diseño de la estatuilla dorada. La silueta de ‘Oscar’ está grabada sobre una superficie plana. Al lado, puede leerse la siguiente inscripción: «Academy of Motion Picture Arts and Science / Scientific and Engineering Award».

El Oscar de Juan de la Cierva y Hoces

Durante las décadas siguientes, Juan de la Cierva y Hoces prosiguió con su inventiva incansable en ámbitos como la defensa, la seguridad, la aeronáutica o la televisión. Falleció en Madrid en el año 2020.

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