Jared Bush, guionista de ‘Vaiana’ y director de Disney animación: «Es fundamental que la gente, sea de donde sea, se vea a sí misma en la pantalla»

<p>De tanto en tanto una no-noticia puede alcanzar el rango de noticia. O, cuanto menos, de termómetro con el que me medir la temperatura de los tiempos. Disney no quiere polémicas, sería el titular. Dicho así que una empresa dedicada a la producción de cintas animadas destinadas al público familiar se declare ideológicamente neutral resulta una opción comercial y hasta sensatamente sensata. Sin embargo, no siempre fue así. Si la reconversión desde <i>La sirenita </i>en adelante del lánguido universo de las princesas a favor de nuevos relatos de emancipación y autoafirmación femenina trajo cola (y de su mano, las iras conservadoras), su directa oposición a la ley <i>No digas gay </i>(que prohibía cualquier mención del término en las escuelas) colocó a la casa del ratón directamente en el lado opuesto del muy conservador gobernador de Florida. Es decir, Disney no fue siempre neutral.</p>

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 El nuevo director creativo de la rama de animación de Disney y guionista de ‘Vaiana 2’ reclama la necesidad de contar historias atemporales y universales al margen de las controversias sobre la diversidad  

De tanto en tanto una no-noticia puede alcanzar el rango de noticia. O, cuanto menos, de termómetro con el que me medir la temperatura de los tiempos. Disney no quiere polémicas, sería el titular. Dicho así que una empresa dedicada a la producción de cintas animadas destinadas al público familiar se declare ideológicamente neutral resulta una opción comercial y hasta sensatamente sensata. Sin embargo, no siempre fue así. Si la reconversión desde La sirenita en adelante del lánguido universo de las princesas a favor de nuevos relatos de emancipación y autoafirmación femenina trajo cola (y de su mano, las iras conservadoras), su directa oposición a la ley No digas gay (que prohibía cualquier mención del término en las escuelas) colocó a la casa del ratón directamente en el lado opuesto del muy conservador gobernador de Florida. Es decir, Disney no fue siempre neutral.

«La intención de Disney siempre ha sido contar historias que resuenen en la gente de todo el mundo. Por supuesto que siempre tienes en cuenta cuál es el momento que te toca vivir y se tiene que ver en tu trabajo, pero la razón por la que Blancanieves se sigue viendo ahora, 90 años después, es su capacidad para transmitir un mensaje y contar una historia completamente atemporal. Lo que sucede en la vida pública [la pregunta se refería al triunfo de Trump] siempre está ahí, pero en el fondo de tu mente. Lo interesante es que cuentes una historia que alguien sienta el deseo de ver dentro de varias décadas. Creo que, independientemente de lo que esté sucediendo en el mundo en este momento, los humanos somos humanos y es muy importante que lo recordemos», dice rotundo Jared Bush (Maryland, 1974).

El que habla, téngase en cuenta, es el nuevo director creativo del departamento animación de Disney en sustitución de Jennifer Lee, que ahora mismo está empeñada en las dos nuevas entregas de Frozen. Llegó al puesto en septiembre de este mismo año y su primer lanzamiento de importancia no es otro que Vaiana 2, la película firmada por el trío de directores David G. Derrick Jr., Jason Hand y Dana Ledoux Miller de la que Bush es uno de los guionistas y, más importante, creador del personaje. En la mitología reciente de la casa del ratón esta heroína de los mares del sur del Pacífico fue toda una revolución por exacerbar el nuevo carácter de las mujeres Disney. Sus piernas y brazos, musculosos y contundentes, fueron dibujados, según sus creadores con Bush a la cabeza, para la acción. Y sus facciones abandonaban definitivamente el esquema Barbie. Llegado el caso, en la primera entrega, ella misma se permitía ironizar sobre los gestos blandos de sus predecesoras. Es decir, de neutral, nada.

«Ella siempre será especial. Siempre fue pensada como una heroína, sí, pero una heroína de acción. Es valiente y lucha por las cosas que le importan. Jamás se echará atrás por muy abrumadores que sean los obstáculos. Eso forma parte indisoluble del personaje. Y también es un elemento básico el hecho de que su historia es la del héroe en el sentido más clásico tal y como es explicitado por Joseph Campbell. El viaje en el que se embarca la podría alejar de su isla, su gente y su familia quizá para siempre», dice para disipar cualquier sombra de duda y, de paso, marcar distancia con ese extraño y reductor concepto de princesa. Princesa, sí, pero muy a su explosiva y emancipada manera.

Jared Bush mantiene que la nueva Vaiana es la misma que su predecesora, pero mayor. Nada más. Lo dice ante la insinuación, quizá solo afirmación, de que buena parte de las dudas existenciales que guiaban la primera entrega ahora están mucho más difuminadas en el virtuosismo formal que capitaliza los logros más evidentes de la nueva película. «En la primera cinta se trataba básicamente de que encontrara su identidad. Era puro conflicto en busca de nuevos caminos. Ahora, ya con 16 años, cree que sabe quién es. Y eso le hace sentir bien, pero la vida cambia y pronto se dará cuenta de que nunca terminas de descubrir quién eres», afirma.

¿Sigue Disney empeñado en hacer de la diversidad uno de sus principales argumentos?
Sin duda, diría que nuestro trabajo es saber que nuestras películas son vistas por audiencias de todo el mundo. Es fundamental que la gente, sea de donde sea, se vea a sí misma en la pantalla, que mire a un personaje y sienta que su experiencia está ahí.
Y cómo nuevo director creativo, ¿qué cambios debemos esperar?
Nuestro sello es la alegría y la imaginación. Nuestras historias existen para hacerte sentir bien. Una película Disney es un espacio imaginativo pensado para enamorarte.

Lo dicho, Disney ya no quiere peleas.

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