El oncólogo de Ávila que dejó la medicina por el cine y ahora roza el Oscar con ‘Paris 70’

Nach Solís (Ávila, 1989) trató a su último paciente oncológico hace poco más de tres años. Cuando llegó ese día, el 5 de enero de 2022, ya había madurado una decisión que cambiaría su vida: dejar la medicina y apostar todo a una sola carta: la de ser guionista. Contar historias, algo que siempre había querido hacer desde que con apenas ocho años vio una película de Garci. Entonces supo que algún día se dedicaría al cine, aunque no sabía exactamente cuándo. Lo que tal vez no imaginaba era que una pesadilla, en sentido literal, le llevaría a cumplir su sueño: escribir Paris 70, el cortometraje que le abriría todas las puertas en la industria y que hoy está solo a un paso de ser nominado a los premios Oscar tras haberlo sido el año pasado a los premios Goya y los Forqué, y haber sido seleccionado en más de 180 festivales nacionales e internacionales.

Una carrera corta, pero meteórica en la que este abulense no ha parado de sumar proyectos como guionista tanto en películas como en series, cuando solo hace unos años atendía en el hospital a sus pacientes. Aún así, el salto de Nach Solís al mundo del cine no fue tan drástico. Sí arriesgado, según cuenta en una entrevista con THE OBJECTIVE: cuando colgó la bata no tenía ningún proyecto en marcha, aunque poco después fueron llegando. Antes de dejarlo todo, decidió formarse: le dieron una beca para estudiar en el Instituto del Cine la diplomatura de guion y después hizo otro máster en la Escuela de Cinematografía de Madrid (ECAM). Todo mientras completaba su residencia como médico y escribía a diario críticas de cine en su blog. Compaginaba los dos mundos hasta que una noche, de madrugada, todo cambió o, mejor dicho, empezó a cambiar. 

En 2019 un mal sueño le inspiró para escribir el guion de Paris 70. «Tuve una pesadilla en la que mi madre me preguntaba por mi padre y yo le decía que había muerto. Yo era médico todavía. Así que con esa idea e inspirándome también en lo que yo vivía con algunos pacientes que tenían cáncer y estaban en cuidados paliativos, escribí la historia», explica Nach Solís. El corto trata sobre un hijo (Alain Hernández) que cuida a su madre, enferma de Alzheimer, (Luisa Gavasa) y que un día toma una decisión para hacer que los últimos momentos de su vida sean más felices. En la ficción, cuenta el guionista, la médico, que interpreta Neus Asensi, «soy yo». «Ese era mi trabajo. Ella intenta quitarle peso a la gravedad que padece de por sí un paciente oncológico y en paliativos». 

Un estreno difícil

Nach Solís, en los Cines Paz, en Madrid // Foto: Carmen Suárez

Llevar a la pantalla el corto no fue fácil. «Yo no era nadie, ni conocía a personas del mundillo, tampoco tenía familiares», relata Nach. Así que decidió mandar el guion a todos los festivales posibles, logrando ser finalista en cinco y ganando uno, el Skyline Benidorm Film Festival. «Yo no entendía nada porque competía con gente muy importante, guionistas con carreras muy buenas… Fue a raíz de ese concurso y, sobre todo, de ponerlo en redes, cuando varios productores se pusieron en contacto conmigo para comprarme los derechos». El guionista cerró el trato en 2019, pero Paris 70 no vería la luz hasta tres años después, en 2023. «Levantar un corto, aunque no lo parezca, cuesta mucho dinero y eso retrasó mucho ponerlo en marcha y estrenarlo», cuenta. 

Lo que tenía claro es que su corto no iba a ser un corto más. Y así lo transmitió al director y productor de la ficción, Dani Feixas. «Mi condición fue que no fuese un corto de escuela, quería que fuese profesional, que contase con buenos actores, no necesariamente famosos, y que, de esta manera, nos ayudase a todos en nuestra carrera». Y Nach lo consiguió. Lo que no esperaba, seguramente, es que esta ficción en catalán cosecharía después tanto éxito, hasta el punto de poder optar a la estatuilla de oro si el próximo 19 de enero la Academia de Hollywood decide nominarlo, después de haber incluido el corto en la shortlist, una preselección en la que los académicos eligen a los 15 mejores después de una criba de cientos. En 2023, Paris 70 ya fue el corto más seleccionado y premiado, lo que le llevó a la carrera por el Goya. Aunque no pudo ser. «No se puede ganar todo», dice, riendo, Solís.

Para él, solo la nominación «ya fue cumplir un sueño». «Fue la constatación de todo lo que nos había ido pasando. Había sido una carrera muy rápida y tenía como una venda en los ojos. Yo había escrito la historia en 2019 y tres años después había dejado la medicina. De repente, estaba en la gala de los Goya y tenía a Sigourney Weaver sentada a menos de cinco metros. ¡No me lo creía, fue algo increíble!», recuerda emocionado. Lo de llegar hasta los Oscar costó un poco más y, aunque parecía imposible, también sucedió. «La vida de los cortos suele ser de dos años, así que después de los Goya continuamos con la carrera internacional. Para nuestra sorpresa, fuimos seleccionados en muchos festivales y gustó mucho. Yo siempre digo que el corto es muy norteamericano».

Conquistando América

Tras cumplir un sinfín de requisitos y conquistar el país, la ficción pudo presentarse a los premios de la academia norteamericana y ser seleccionado entre los 15 mejores cortometrajes de todo el mundo. «Yo ni estaba pendiente porque pensaba que era imposible. Que nos seleccionasen entre los 140 ya era un gran logro. Al final, nuestro trabajo era muy modesto comparado con otro cortos. Era profesional pero modesto. Y de repente, me llamaron en medio de una charla. Me quedé en shock, tarde dos días en digerirlo. Lo primero que hice fue llamar a Luisa Gavasa, estaba muy emocionada. Para mi ha sido el gran descubrimiento de esa aventura, es una grande», señala el guionista.  El efecto Oscar ha sido todavía más fuerte que el de los Goya, claro está. En el último mes Solís ha tenido unas 400 llamadas de distintas personas de la industria, interesándose por él y sus proyectos.

Aún así, mantiene los pies en el suelo. «Sí, ha sido un buen año, pero venía de uno muy malo a nivel profesional», advierte Nach. En el mundo del cine, cuenta, el estreno de los proyectos puede coincidir con una mala época laboral. «Tú escribes una cosa un año y tres años después se produce y coincide con otros proyectos que también salen a la luz, pero tú en ese momento igual no estás trabajando en ningún sitio, porque esos trabajos ya los has cobrado hace mucho tiempo. Es una montaña rusa para nosotros», explica. En otras palabras, el éxito no siempre se traduce en más ingresos, al menos para los guionistas.

Tal vez por este motivo Nach no cierra del todo la puerta a la medicina. Aunque espera que su carrera «dure muchos años y pueda contar muchas más historias». Por ahora, va ganando la partida. Es uno de los guionistas de la segunda temporada de Respira (Netflix); y también va a serlo de la adaptación de Paris 70 a un largometraje, La reina de las hadas (Morena Films), tras todo el éxito conseguido. Y quién sabe, puede que todavía quede algo más y este médico reconvertido en guionista pise la alfombra roja del Dolby Theatre el próximo mes de marzo para recoger junto a todo el equipo la estatuilla de oro.

 Nach Solís (Ávila, 1989) trató a su último paciente oncológico hace poco más de tres años. Cuando llegó ese día, el 5 de enero de 2022,  

Nach Solís (Ávila, 1989) trató a su último paciente oncológico hace poco más de tres años. Cuando llegó ese día, el 5 de enero de 2022, ya había madurado una decisión que cambiaría su vida: dejar la medicina y apostar todo a una sola carta: la de ser guionista. Contar historias, algo que siempre había querido hacer desde que con apenas ocho años vio una película de Garci. Entonces supo que algún día se dedicaría al cine, aunque no sabía exactamente cuándo. Lo que tal vez no imaginaba era que una pesadilla, en sentido literal, le llevaría a cumplir su sueño: escribir Paris 70, el cortometraje que le abriría todas las puertas en la industria y que hoy está solo a un paso de ser nominado a los premios Oscar tras haberlo sido el año pasado a los premios Goya y los Forqué, y haber sido seleccionado en más de 180 festivales nacionales e internacionales.

Una carrera corta, pero meteórica en la que este abulense no ha parado de sumar proyectos como guionista tanto en películas como en series, cuando solo hace unos años atendía en el hospital a sus pacientes. Aún así, el salto de Nach Solís al mundo del cine no fue tan drástico. Sí arriesgado, según cuenta en una entrevista con THE OBJECTIVE: cuando colgó la bata no tenía ningún proyecto en marcha, aunque poco después fueron llegando. Antes de dejarlo todo, decidió formarse: le dieron una beca para estudiar en el Instituto del Cine la diplomatura de guion y después hizo otro máster en la Escuela de Cinematografía de Madrid (ECAM). Todo mientras completaba su residencia como médico. Compaginaba los dos mundos hasta que una noche, de madrugada, todo cambió o, mejor dicho, empezó a cambiar. 

En 2019 un mal sueño le inspiró para escribir el guion de Paris 70. «Tuve una pesadilla en la que mi madre me preguntaba por mi padre y yo le decía que había muerto. Yo era médico todavía. Así que con esa idea e inspirándome también en lo que yo vivía con algunos pacientes que tenían cáncer y estaban en cuidados paliativos, escribí la historia», explica Nach Solís. El corto trata sobre un hijo (Alain Hernández) que cuida a su madre, enferma de Alzheimer, (Luisa Gavasa) y que un día toma una decisión para hacer que los últimos momentos de su vida sean más felices. En la ficción, cuenta el guionista, la médico, que interpreta Neus Asensi, «soy yo». «Ese era mi trabajo. Ella intenta quitarle peso a la gravedad que padece de por sí un paciente oncológico y en paliativos». 

Nach Solís, en los Cines Paz, en Madrid // Foto: Carmen Suárez

Llevar a la pantalla el corto no fue fácil. «Yo no era nadie, ni conocía a personas del mundillo, tampoco tenía familiares», relata Nach. Así que decidió mandar el guion a todos los festivales posibles, logrando ser finalista en cinco y ganando uno, el Skyline Benidorm Film Festival. «Yo no entendía nada porque competía con gente muy importante, guionistas con carreras muy buenas… Fue a raíz de ese concurso y, sobre todo, de ponerlo en redes, cuando varios productores se pusieron en contacto conmigo para comprarme los derechos». El guionista cerró el trato en 2019, pero Paris 70 no vería la luz hasta tres años después, en 2023. «Levantar un corto, aunque no lo parezca, cuesta mucho dinero y eso retrasó mucho ponerlo en marcha y estrenarlo», cuenta. 

Lo que tenía claro es que su corto no iba a ser un corto más. Y así lo transmitió al director y productor de la ficción, Dani Feixas. «Mi condición fue que no fuese un corto de escuela, quería que fuese profesional, que contase con buenos actores, no necesariamente famosos, y que, de esta manera, nos ayudase a todos en nuestra carrera», cuenta. Y Nach lo consiguió. Lo que no esperaba, seguramente, es que esta ficción en catalán cosecharía después tanto éxito, hasta el punto de poder optar a la estatuilla de oro si el próximo 19 de enero la Academia de Hollywood decide nominarlo, después de haber incluido el corto en la shortlist, una preselección en la que los académicos eligen a los 15 mejores después de una criba de cientos. En 2023, Paris 70 ya fue el corto más seleccionado y premiado, lo que le llevó a la carrera por el Goya. aunque no pudo ser. «No se puede ganar todo», dice, riendo, Solís.

Para él, solo la nominación «ya fue cumplir un sueño». «Fue la constatación de todo lo que nos había ido pasando. Había sido una carrera muy rápida y tenía como una venda en los ojos. Yo había escrito la historia en 2019 y tres años después había dejado la medicina. De repente, estaba en la gala de los Goya y tenía a Sigourney Weaver sentada a menos de cinco metros. ¡No me lo creía, fue algo increíble!», recuerda emocionado. Lo de llegar hasta los Oscar costó un poco más y, aunque parecía imposible, también sucedió. «La vida de los cortos suele ser de dos años, así que después de los Goya continuamos con la carrera internacional. Para nuestra sorpresa, fuimos seleccionados en muchos festivales y gustó mucho. Yo siempre digo que el corto es muy norteamericano».

Tras cumplir un sinfín de requisitos y conquistar el país, la ficción pudo presentarse a los premios de la academia norteamericana y ser seleccionado entre los 15 mejores cortometrajes de todo el mundo. «Yo ni estaba pendiente porque pensaba que era imposible. Que nos seleccionasen entre los 140 ya era un gran logro. Al final, nuestro trabajo era muy modesto comparado con otro cortos. Era profesional pero modesto. Y de repente, me llamaron en medio de una charla. Me quedé en shock, tarde dos días en digerirlo. Lo primero que hice fue llamar a Luisa Gavasa, estaba muy emocionada. Para mi ha sido el gran descubrimiento de esa aventura, es una grande», señala el guionista.  El efecto Oscar ha sido todavía más fuerte que el de los Goya, claro está. En el último mes Solís ha tenido unas 400 llamadas de personas de la industria, interesándose por él y sus proyectos.

Aún así, mantiene los pies en el suelo. «Sí, ha sido un buen año, pero venía de uno muy malo a nivel profesional», advierte Nach. En el mundo del cine, cuenta, el estreno de los proyectos puede coincidir con una mala época laboral. «Tú escribes una cosa un año y tres años después se produce y coincide con otros proyectos que también salen a la luz, pero tú en ese momento igual no estás trabajando en ningún sitio, porque esos trabajos ya los has cobrado hace mucho tiempo. Es una montaña rusa para nosotros». En otras palabras, el éxito no siempre se traduce en más ingresos, al menos para los guionistas.

Tal vez por este motivo Nach no cierra del todo la puerta a la medicina. Aunque espera que su carrera «dure muchos años y pueda contar muchas más historias». Por ahora, va ganando la partida. Es uno de los guionistas de la segunda temporada de Respira (Netflix); y también va a serlo de la adaptación de Paris 70 a un largometraje, La reina de las hadas (Morena Films), tras todo el éxito conseguido. Quien sabe, puede que todavía quede algo más y este médico reconvertido en guionista pise la alfombra roja del Dolby Theatre el próximo mes de marzo para recoger junto a todo el equipo la estatuilla de oro.

 Noticias de Cultura: Última hora de hoy en THE OBJECTIVE

Noticias Similares