El Liceu presenta su temporada 2025-26 con Abramović, Wagner y la despedida de Josep Pons

La temporada 2025-26 del Gran Teatre del Liceu se ha presentado hoy como un manifiesto a lo imprevisible. Con 58 millones de euros de presupuesto —un 6,3% más que la temporada anterior— y un cartel que conjuga la épica wagneriana con la performance más radical de la artista Marina Abramović , el coliseo barcelonés se reafirma como uno de los templos operísticos más ambiciosos del sur de Europa.

En su último año al frente de la dirección musical, Josep Pons se despide con un legado que ha transformado la sonoridad de la orquesta titular. Desde 2012 ha sido el motor discreto y constante de una renovación artística que este curso toca su clímax: Mahler, Puccini, Verdi y Glass conviven con nombres que abren nuevas grietas en la tradición.

Abramović como oráculo y Davidsen, Camarena y Anduaga como voces pioneras

Abramović no necesita presentación, pero sí espacio y el Liceu se lo concede. La artista serbia, pionera de la performance contemporánea, regresa al teatro con Balkan Erotic Epic, una propuesta escénica que conjuga danza, rito y provocación. Será en enero de 2026 y coincidirá con una exposición en el salón de los espejos y un despliegue visual en el libreto de temporada, ilustrado con retratos inéditos suyos.

Su participación no es casual. En una programación que celebra la potencia de lo imprevisto, Abramović encarna el vértigo necesario. Su obra dialogará con los textos de Enric Casasses y las creaciones visuales de artistas como Joan Jonas —casi nonagenaria e igualmente indomable—, Santi Moix, Eulàlia Valldosera y Gonzalo Guzmán.

Por su parte, una cita marcada en rojo en el calendario es el Tristan und Isolde de Wagner. Bajo la dirección escénica de Bárbara Lluch y con Susanna Mälkki en el podio, la gran apuesta vocal es la soprano noruega Lise Davidsen, que debuta en el rol de Isolda. A su lado, Clay Hilley como Tristán y un reparto de altos vuelos, con Iréne Theorin como Brangäne. La ópera, que llega en enero, promete ser uno de los acontecimientos líricos de la temporada europea.

Pero no será la única ocasión para escuchar voces que cortan el aliento. El mexicano Javier Camarena vuelve en noviembre con L’elisir d’amore, acompañado de Pretty Yende y Marina Monzó en una versión de Mario Gas. En mayo, el tenor guipuzcoano Xabier Anduaga se enfrenta a Werther de Massenet en una producción de Christof Loy que llega desde La Scala.

Un adiós con forma de sinfonía

El director musical por excelencia del Liceu, Josep Pons, culminará su etapa en el Liceu dirigiendo la Octava de Mahler. «He trabajado con muchas orquestas, pero pocas como esta. Aquí hay salud musical y humana”» afirma con voz serena. Pons no se irá del todo: será nombrado director emérito, figura aún por definir pero que garantiza que su vínculo no se rompe, solo se transforma.

Hasta entonces, seguirá al frente de Manon Lescaut de Puccini, con una puesta en escena de Àlex Ollé que convierte a Manon en una migrante del Este devenida stripper, y del ballet Nijinsky de John Neumeier. También dirigirá Falstaff de Verdi, con Ambrogio Maestri en el rol titular.

Akhnaten de Phillip Glass

Innovación y compromiso: la ópera como espejo social

El Liceu continúa apostando por títulos contemporáneos con discurso crítico. En abril llegará Els Stuntmen, una ópera de nueva creación firmada por Nao Albet y Marcel Borràs con música de Fernando Velázquez, compositor de cine. La obra, protagonizada por dobles de acción, dinamita los clichés de la masculinidad heroica con ironía y músculo escénico.

También se estrenará en España Akhnaten de Philip Glass, ópera minimalista y poderosa, dirigida por Karen Kamensek con Anthony Roth Costanzo como protagonista. Octubre será su mes, y el minimalismo su lenguaje.

Balkan erotic epic de Marina Abramović
Balkan erotic epic de Marina Abramović

Un teatro que sueña en grande

Con un equilibrio financiero envidiable (el 49% del presupuesto proviene de fondos públicos y el 51% de ingresos propios), el Liceu planea su futuro con ambición: más inversión en producciones propias, impulso a la plataforma digital y un proyecto arquitectónico de gran envergadura, el Liceu Mar, que promete transformar el skyline del puerto.

La nueva temporada es también una celebración del Petit Liceu, que cumple 25 años acercando la ópera a los más jóvenes. Durante La Mercè, el teatro ofrecerá funciones gratuitas de La cuina de Rossini y entradas a mitad de precio para todas las funciones inaugurales.

La temporada 2025-26 del Liceu es un manifiesto: la ópera, lejos de ser reliquia, puede ser laboratorio, espejo, provocación. Desde la mística de Wagner hasta la transgresión de Abramović , pasando por la voz de Anduaga o la batuta de Pons, Barcelona se prepara para vibrar. Lo imprevisible ya no es riesgo, es la única certeza.

 La temporada 2025-26 del Gran Teatre del Liceu se ha presentado hoy como un manifiesto a lo imprevisible. Con 58 millones de euros de presupuesto —un  

La temporada 2025-26 del Gran Teatre del Liceu se ha presentado hoy como un manifiesto a lo imprevisible. Con 58 millones de euros de presupuesto —un 6,3% más que la temporada anterior— y un cartel que conjuga la épica wagneriana con la performance más radical de la artista Marina Abramović , el coliseo barcelonés se reafirma como uno de los templos operísticos más ambiciosos del sur de Europa.

En su último año al frente de la dirección musical, Josep Pons se despide con un legado que ha transformado la sonoridad de la orquesta titular. Desde 2012 ha sido el motor discreto y constante de una renovación artística que este curso toca su clímax: Mahler, Puccini, Verdi y Glass conviven con nombres que abren nuevas grietas en la tradición.

Abramović no necesita presentación, pero sí espacio y el Liceu se lo concede. La artista serbia, pionera de la performance contemporánea, regresa al teatro con Balkan Erotic Epic, una propuesta escénica que conjuga danza, rito y provocación. Será en enero de 2026 y coincidirá con una exposición en el salón de los espejos y un despliegue visual en el libreto de temporada, ilustrado con retratos inéditos suyos.

Su participación no es casual. En una programación que celebra la potencia de lo imprevisto, Abramović encarna el vértigo necesario. Su obra dialogará con los textos de Enric Casasses y las creaciones visuales de artistas como Joan Jonas —casi nonagenaria e igualmente indomable—, Santi Moix, Eulàlia Valldosera y Gonzalo Guzmán.

Por su parte, una cita marcada en rojo en el calendario es el Tristan und Isolde de Wagner. Bajo la dirección escénica de Bárbara Lluch y con Susanna Mälkki en el podio, la gran apuesta vocal es la soprano noruega Lise Davidsen, que debuta en el rol de Isolda. A su lado, Clay Hilley como Tristán y un reparto de altos vuelos, con Iréne Theorin como Brangäne. La ópera, que llega en enero, promete ser uno de los acontecimientos líricos de la temporada europea.

Pero no será la única ocasión para escuchar voces que cortan el aliento. El mexicano Javier Camarena vuelve en noviembre con L’elisir d’amore, acompañado de Pretty Yende y Marina Monzó en una versión de Mario Gas. En mayo, el tenor guipuzcoano Xabier Anduaga se enfrenta a Werther de Massenet en una producción de Christof Loy que llega desde La Scala.

El director musical por excelencia del Liceu, Josep Pons, culminará su etapa en el Liceu dirigiendo la Octava de Mahler. «He trabajado con muchas orquestas, pero pocas como esta. Aquí hay salud musical y humana”» afirma con voz serena. Pons no se irá del todo: será nombrado director emérito, figura aún por definir pero que garantiza que su vínculo no se rompe, solo se transforma.

Hasta entonces, seguirá al frente de Manon Lescaut de Puccini, con una puesta en escena de Àlex Ollé que convierte a Manon en una migrante del Este devenida stripper, y del ballet Nijinsky de John Neumeier. También dirigirá Falstaff de Verdi, con Ambrogio Maestri en el rol titular.

Akhnaten de Phillip Glass

El Liceu continúa apostando por títulos contemporáneos con discurso crítico. En abril llegará Els Stuntmen, una ópera de nueva creación firmada por Nao Albet y Marcel Borràs con música de Fernando Velázquez, compositor de cine. La obra, protagonizada por dobles de acción, dinamita los clichés de la masculinidad heroica con ironía y músculo escénico.

También se estrenará en España Akhnaten de Philip Glass, ópera minimalista y poderosa, dirigida por Karen Kamensek con Anthony Roth Costanzo como protagonista. Octubre será su mes, y el minimalismo su lenguaje.

Balkan erotic epic de Marina Abramović
Balkan erotic epic de Marina Abramović

Con un equilibrio financiero envidiable (el 49% del presupuesto proviene de fondos públicos y el 51% de ingresos propios), el Liceu planea su futuro con ambición: más inversión en producciones propias, impulso a la plataforma digital y un proyecto arquitectónico de gran envergadura, el Liceu Mar, que promete transformar el skyline del puerto.

La nueva temporada es también una celebración del Petit Liceu, que cumple 25 años acercando la ópera a los más jóvenes. Durante La Mercè, el teatro ofrecerá funciones gratuitas de La cuina de Rossini y entradas a mitad de precio para todas las funciones inaugurales.

La temporada 2025-26 del Liceu es un manifiesto: la ópera, lejos de ser reliquia, puede ser laboratorio, espejo, provocación. Desde la mística de Wagner hasta la transgresión de Abramović , pasando por la voz de Anduaga o la batuta de Pons, Barcelona se prepara para vibrar. Lo imprevisible ya no es riesgo, es la única certeza.

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