<p>Una nueva denuncia por agresión sexual sacude la industria musical española. Si hace sólo unas semanas quienes eran <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/musica/2024/11/09/672de130fdddff60178b45d1.html»>acusados de violación, maltrato y acoso</a> eran los raperos <strong>Ayax y Prok</strong>, ahora es el guitarrista de la banda valenciana <strong>Los Invaders</strong> el que ha sido denunciado por presunta agresión sexual. Su caso lo investiga el juzgado de Violencia sobre la Mujer número 4 de Valencia.</p>
José Manuel Bosca, que toca este sábado en la sala Moon de Valencia, negó los hechos tras ser detenido
Una nueva denuncia por agresión sexual sacude la industria musical española. Si hace sólo unas semanas quienes eran acusados de violación, maltrato y acoso eran los raperos Ayax y Prok, ahora es el guitarrista de la banda valenciana Los Invaders el que ha sido denunciado por presunta agresión sexual. Su caso lo investiga el juzgado de Violencia sobre la Mujer número 4 de Valencia.
La denuncia contra José Manuel Bosca -que actúa con el grupo este sábado en la sala Moon de Valencia– la interpuso el pasado 24 de noviembre una antigua compañera sentimental, que ratificó luego su declaración ante el juzgado. Según el relato de la presunta víctima, los hechos sucedieron en la noche del 13 de noviembre, cuando debido a las restricciones de movilidad por la DANA en Valencia, invitó al músico a pasar la noche en su casa porque no podía desplazarse a su domicilio en Torrent. Sin embargo, y a pesar de advertirle ella de que «le tenía que dejar dormir», él aprovechó para agredirla por la noche, al igual que había hecho en otras ocasiones y siempre sin el consentimiento de ella.
Según se desprende de su declaración, «siempre que estaba dormida, él con su mano le tocaba un pecho, luego el otro, de ahí por la espalda hasta las nalgas y luego pasaba a la zona vaginal y le introducía los dedos». Cuando ella se despertaba y le apartaba, «él se quedaba quieto» y a continuación ella escuchaba que «él se masturbaba». La noche del día 13, sin embargo, «al introducir los dedos en la vagina lo hizo con más fuerza», por lo que ella, cansada de un comportamiento que le había recriminado en varias ocasiones, «le quitó la mano con fuerza y lo tiró de casa».
El guitarrista fue detenido y pasó una noche en el calabozo de Torrent, aunque en su declaración en el juzgado lo negó todo. Según su versión de lo que pasó aquella noche, «al ver que [la denunciante] tenía unas claras intenciones de tener relaciones sexuales, se le acercó», ya que «siempre que ha dormido con ella no ha mantenido relaciones sexuales en contra de su voluntad».
«Te pido perdón y voy a tratarlo como tú dices que es, un problema», le dijo él cuando la denunciante le recriminó lo sucedido
Sin embargo, ambos mantuvieron contacto telefónico en los días posteriores porque él se había quedado con una copia de las llaves de la casa de ella. Cuando la denunciante le recriminó lo sucedido, él en ningún momento la acusó de mentir y le pidió perdón en varias ocasiones. «Son ya infinidad de veces y nunca se termina. Es un horror», lamentó ella, que denunció sentirse «sucia» y «jodida», tal y como se desprende de las conversaciones a las que ha tenido acceso este diario.
«Me metiste mano como un cerdo. Me has hecho sentir muy sucia», insistió ella. «Lo entiendo y llegado a este punto voy a tratarlo contigo como tú dices que es, un problema. Te pido perdón», respondió él una vez más. Este diario ha tratado sin éxito de ponerse en contacto con el músico a través de su manager y la promotora Andsons.
«Estoy aterrorizada y llevo semanas sin dormir, medicada y con asistencia psicológica», asegura en declaraciones a este diario la denunciante, que prefiere mantenerse en el anonimato. «No puedo comer y me he tenido que ir de Valencia porque la ciudad me parece una ratonera. Me da miedo que me lo pueda encontrar paseando tranquilamente», insiste. «La que está escondida soy yo. Me ha cambiado la vida».
Aun así, la jueza ha denegado su solicitud de una orden de protección contra Bosca con el argumento de que «no se aprecia una situación objetiva de riesgo para la denunciante», teniendo en cuenta que «no residen en el mismo domicilio» y que, además, lo hacen en localidades distintas. En este sentido, «el informe de valoración policial de riesgo da como resultado ‘no apreciado’», agrega en su auto la jueza.
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